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CAPÍTULO 3 - ACLARACIONES IMPRESCINDIBLES Este es el capítulo 3 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. Quedan exentas en este libro las relaciones que van bien. ¡Felicidades a los afortunados! Los ejemplos y los casos que aparecen aquí son para las relaciones que NO van bien y para las personas que no se manejan bien en las relaciones. Este libro no es una guía, no es un manual, no es un dogma. Este libro aspira a ser una orientación, un recopilatorio de otras historias sentimentales en las que uno puede llegar a verse reflejado, y un recordatorio de aspectos a revisar en la relación con el objetivo de hacer que sea lo más óptima posible y aporte todo lo maravilloso que puede llegar a aportar. Si el lector está en una relación sería interesante que lo leyeran ambos, para que cada uno haga su propio examen de conciencia y su autovaloración de cómo lo está haciendo, y después poder comentar juntos todo lo que les llame la atención o aquello que descubran que se puede mejorar. Es por el bien de la relación. Muchísimos hombres son distintos de los hombres que se reflejan aquí, cuyas incorrectas actitudes se exageran un poco para que sean más fácilmente visibles. Y no todas las mujeres cometen “errores” como los que aquí se reflejan. Advierto que a lo largo del libro hay algunas ideas que se repiten. No exactamente del mismo modo, pero sí de un modo similar, o más o menos subliminalmente o utilizando otras palabras. La intención es lograr que provoquen efecto y, a veces, viéndolo en un contexto distinto se consigue. Lo mismo, pero dicho de otro modo o dicho en otro momento, puede conseguir un efecto distinto. Esa es la razón. Se ha procurado evitar conceptos como esposo, esposa, casado, casada, y matrimonio, porque parece que eso se asocia a parejas que han sido realizadas por el ritual de la Iglesia, y las parejas –a efectos de lo que aquí se escribe- son parejas aunque no hayan sido bendecidas eclesiásticamente o legalizadas judicialmente. Dos personas que están juntas y comparten un proyecto vital son una pareja. Tampoco se distingue entre parejas heterosexuales y homosexuales, que para este libro son lo mismo –si bien es cierto que es un poco complicado escribir de un modo gramaticalmente correcto para que quien lo lea pueda sentir que no está excluido o excluida-, así que cuento con la colaboración de los lectores para sustituir con su buena voluntad lo que no esté bien definido por este motivo. No es importante el empleo de masculino o femenino en lo que se relata en los textos, porque cualquiera de los apartados puede afectar a ambos. El escritor nunca sabe quién lo va a leer y no conoce el caso particular de cada lector. Que quede claro mi respeto hacia cualquier persona, hacia sus relaciones y sus circunstancias. Garantizo la buena intención en todo lo escrito y ofrezco disculpas a quien se sienta ofendido. Por favor, que no se entienda este libro como un ataque a las mujeres haciéndolas pasar por poco aptas para las relaciones, sino como una observación externa –lo más aséptica posible- en la que, por supuesto, no todas las mujeres están implicadas y sí muchos hombres. Personalmente creo que, en general, lo hacen mejor las mujeres que los hombres en las relaciones sentimentales. Tampoco todos los hombres a los que se hace referencia son iguales que el prototipo que se ha reflejado en la mayoría de los casos, que aparece como desinteresado de la relación, irresponsable o cruel, más atento a sus cosas que a la pareja, y rascándose la tripa frente al televisor. Tampoco todos los hombres esperan lo mismo de sus parejas en las relaciones, ni son o se comportan como cualquiera de los prototipos que aparezcan reflejados en este libro. Existen, por supuesto, muchos que están muy implicados en su relación, defendiéndola con ahínco, esforzándose en hacer feliz a su pareja y su descendencia, colaboradores dispuestos en las tareas del hogar e interesados en la espiritualidad y en su Descubrimiento Personal. Las sugerencias que se hacen a lo largo del libro pueden ser útiles prácticamente para cualquier tipo de relación personal que uno establezca –lo mismo en su vida sentimental, familiar, laboral o de amistad, incluso con personas desconocidas-, pero así como la familia de la que uno proviene es impuesta, y muchas de esas relaciones son inevitables, la relación sentimental adquiere mayor relevancia porque es una elección y creación propia, y los propósitos que se pretenden con ella llevan ingredientes especiales: en ella, uno apuesta por la felicidad, por el amor, y por la más agradable y satisfactoria convivencia, elegida libre y voluntariamente desde la parte más amorosa de uno mismo. No me gusta utilizar la palabra error –porque no creo que siempre sea un error eso a lo que llamamos error-, como tampoco me gusta utilizar otras palabras como fracaso –el fracaso no existe, existen experiencias que no han dado el resultado que uno deseaba-, ni equivocación –es, simplemente, una opción incorrectamente elegida-, ni mal -¿qué es el mal y quién lo dictamina?-, ni malo o cualquiera de sus sinónimos –nunca sabremos si eso que aparenta ser malo realmente es malo-, como tampoco me gustan otras como problema –me gusta más asunto pendiente de resolver-, culpabilidad –porque para quien la siente conlleva casi obligatoriamente la necesidad de un castigo-, condena –porque nadie está legitimado para condenar-, o castigo –porque no encuentro utilidad a los castigos-. Todas esas palabras llevan implícitos inconvenientes, una onerosa y dramática carga de reproches, y parece que reclaman una sanción. Por eso es mejor evitarlas. Emprendo la osadía de escribir este libro después de escuchar y analizar los conflictos de cientos de mujeres que los tienen, o los han tenido, en su relación de pareja. Reconozco que es una osadía porque es bastante arriesgado escribir sobre todo aquello que tenga que ver con los sentimientos –que son capaces de desoír cualquier teoría y deslegitimarla porque no entienden de razonamientos-, y porque es improbable que sean equiparables los casos personales de una señora separada de cincuenta años en un país catalogado como machista con los de una chica de veinte en un país de orientación liberal que se estrena en esto del amor y el desamor. Y entiéndase esto simplemente como un ejemplo. La idiosincrasia de cada país, el sistema de educación en cada familia, el carácter de cada persona, o la generación a que se pertenezca, influyen y cambian los aspectos absolutamente. Así que me referiré a ejemplos que, más o menos, son generalizados y se repiten con frecuencia, y nada de lo que escriba se entenderá como algo que en todos los casos es cierto o inevitable, ni se deberá tratar de aplicar las sugerencias o ideas expuestas –y esperando resultados óptimos- para un caso muy concreto y particular ya que está escrito para una generalidad. Es imposible que un lector se vea reflejado en todos los apartados o que se vea exactamente tal como se describe. Hay muchos matices de intensidad y de percepción de la realidad y este escrito no pretende ser irrefutable ni sentar cátedra. Lo componen una serie de opiniones personales –lo que no garantiza que sean atinadas-, más el aprendizaje que me han aportado los otros, añadiendo a ello las apreciaciones que he ido recogiendo a lo largo de tantos años de conocer tantas personas y la intimidad de sus relaciones. Y una cosa más: no es obligatorio estar en una relación de pareja. Puede ser interesante, pero también puede ser interesante no estarlo. Así que no hay que sentirse agobiado ni sentirse frustrado si uno está solo. Agradecido por la comprensión, comienzo. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 2 - ANTES DE EMPEZAR Este es el capítulo 2 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. Este libro, cuando solamente era un borrador, se iba a titular “LOS ERRORES QUE COMETEN LAS MUJERES EN LAS RELACIONES DE PAREJA”. Un poco más adelante me di cuenta que los “errores” los comete en muchas ocasiones la otra parte de la pareja precisamente, y que entonces el “error” estaría en consentir los “errores” de la otra parte sin ponerles freno y en seguir persistiendo en una actitud de sumisión o dependencia. Y me di cuenta que con el título estaba culpabilizándolas directamente a ellas y dejando absueltos a ellos. Error, según la Real Academia Española de la Lengua, es una “acción desacertada o equivocada” y es una “cosa hecha erradamente”. En mi opinión, eso a lo que llamamos error no es más que la consecuencia de una acción que no dio el resultado esperado. Y nada más. De este modo, y sin faltar a la realidad, se le quita todo el dramatismo y el sentimiento de culpa y la necesidad de su correspondiente castigo que, inconscientemente, lleva aparejada la palabra. No hay “errores”, y sí hay actitudes que no son las apropiadas, y sí hay resultados que no coinciden con lo deseado; hay consentimientos que no se deberían consentir, hay desconocimiento, hay buena voluntad pero equivocada a veces, hay dudas e inseguridades y hay, sobre todo, falta de conocimiento y falta de experiencia en convivir en las relaciones. Y conviene aprender a hacerlo bien. Francisco de Sales (Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,89.0.html)
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RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. CAPÍTULO 1 - PRÓLOGO Este es el capítulo 1 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. Hay muchas cosas sobre las que no nos enseñan nada y hay otras muchas cosas sobre las que sí nos enseñan… pero mal. No nos enseñan a VIVIR, así, con mayúsculas, tal como es el auténtico sentido de la vida. En muchos casos, porque les han enseñado mal a quienes se supone que nos tienen que enseñar. No nos enseñan a afrontar todos los asuntos y conflictos que implica el hecho de vivir –y se nos van a presentar todos los días y durante toda la vida- y menos aún nos enseñan a resolverlos del modo adecuado. No nos enseñan nociones básicas de pediatría, ni de primeros auxilios ni de psicología infantil, y a pesar de ello –y con sus imprevisibles consecuencias- tenemos hijos. No nos enseñan cómo se manifiestan los sentimientos, no nos enseñan a relacionarnos con el inconsciente, no nos enseñan qué tenemos que hacer ante la muerte de un ser querido, no nos enseñan bien todo lo relacionado con la sexualidad. Tampoco nos enseñan sobre las relaciones de pareja, o nos enseñan mal. Si nos criamos en una familia donde las relaciones entre los padres son frías, tensas, violentas, o nulas, inconscientemente nos están mostrando que así son las relaciones, y como a esa edad temprana no tenemos conocimientos suficientes ni criterios propios, damos por supuesto que, efectivamente, así son las relaciones y, si no nos damos cuenta de que eso es una anormalidad, acabaremos repitiendo ese modelo en nuestra relación. A mí me tocó vivir una época y un entorno en que las relaciones sentimentales de las parejas estaban bastante vacías de amor. Recuerdo que observaba las parejas que conocía y todas ellas parecían más bien matrimonios de conveniencia –teóricamente de conveniencia para ambos, aunque en realidad resultaba ser de conveniencia para uno solo y casi siempre era el varón-; casi todas me parecían la unión de dos personas condenadas a vivir juntas, aunque sin ganas, por haberse casado ante la iglesia -no existía entonces el divorcio- y por carecer de la valentía suficiente como para romper el matrimonio por la tremenda y enfrentarse a los conflictos sociales que eso produciría y a una moral anquilosada en la que primaba más el qué dirán que la propia felicidad. Veía a las personas matrimoniadas y me parecían aburridas. Deduje, porque no me enseñaron sobre las relaciones de pareja, que llegada cierta edad había que casarse, y que para ello era necesario el cortejo previo de la otra parte, la seducción, algún plan básico para el futuro, poner una fecha para la boda, enviar las invitaciones, y casarse para pasar a engrosar la masa de matrimonios desganados. Sirve como ejemplo el relato que me hizo un amigo sobre el inicio de su vida sentimental: “Lo que me atrajo de mi primera relación fue que ella era rubia. Y nada más. El tiempo nos hizo ver qué dispares éramos y la nada que teníamos en común. Pero yo ya estaba mentalizado para ello y no esperaba otra cosa de una relación. Cuando acabó aquello conocí a otra mujer con la que tuve una relación de unos pocos meses. Aquello era otra cosa distinta. Aquella mujer me cuidaba, se interesaba realmente por mí, y consiguió que se me despertaran y que manifestara hacia ella unos sentimientos amorosos cuya existencia desconocía. O sea, me confirmaba que sí existía el amor de verdad. Más adelante, en otra relación, aprendí casi todo acerca de lo que NO se debe hacer en una relación, porque hice bastante de lo que NO se debe hacer. Fue con una mujer a la que aprendí a querer cuando ya no estaba en mi vida sentimental, que fue cuando me di cuenta del cúmulo de desastres y desatenciones que tuve hacia ella y de que mis miedos habían boicoteado la relación. Nunca me cansaré de ofrecerle mis disculpas. Por fin, apareció la mujer que me ha enseñado a amar sin miedo, a moverme con facilidad por el mundo de los sentimientos, a expresarle mi amor como jamás lo había hecho antes en mi vida, y a sentir lo que, en mi opinión, se ha de sentir en una relación de pareja. Llegar a este estado me ha costado bastante sufrimiento y perjudicar a otras personas –aunque sin ánimo consciente de hacerlo- por mi desconocimiento del mundo sentimental y de lo que es una relación de pareja. Si me hubiesen enseñando se podría haber evitado”. Hay personas que han tenido la fortuna de tener en sus padres un buen modelo de pareja del que aprender, y han aprendido bien y están disfrutando en su relación. Otras han puesto muy buena voluntad y mucho empeño, además de perseverancia y amor, y han conseguido con esfuerzo consolidar una buena relación. Otras personas siguen sin saber cómo actuar para hacerlo bien, repiten una y otra vez los mismos tropiezos y parece que no aprenden de ellos y que se boicotean inconscientemente. Otras se castigan con una soledad que no es lo que realmente quisieran, o se engañan, o se lamentan, lloran, sufren o hacen sufrir… Mi deseo es que a estas últimas personas les aporte algo la lectura de este libro y eso les permita disfrutar en algún momento de una excelente relación de pareja. Les garantizo que es una experiencia casi mística. También me agradaría que las personas que se consideran fracasadas en el amor y que ya no creen en la pareja sentimental como fuente de felicidad, creyeran –por fin- que tienen derecho a tener una buena relación y se dieran permiso para poder tenerla, y que esta creencia un poco más optimista les anime a dar un paso adelante y afronten el error de su visión negativa de las relaciones, o que se atrevan a ponerse en manos de un profesional que les ayude, y que sea, preferiblemente, el mejor. Francisco de Sales
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RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. ESTOS SON LOS CAPÍTULOS QUE SE PUBLICARÁN ÍNDICE 1 PRÓLOGO 2 ANTES DE EMPEZAR 3 ACLARACIONES IMPRESCINDIBLES 4 LA MUJER EN LA RELACIÓN 5 EL HOMBRE EN LA RELACIÓN 6 EL NOVIAZGO 7 EL ENAMORAMIENTO 8 SÍNTOMAS FÍSICOS REALES DEL ENAMORAMIENTO 9 LA PAREJA 10 LA RELACIÓN 11 DIALOGAR 12 CONVIVIR 13 EL CONTACTO FÍSICO 14 SUGERENCIA PARA EL MOMENTO DE LA ELECCIÓN DE LA PAREJA 1 - LO QUE DEBIERA SER INTOLERABLE 15 CUANDO SE ACEPTA HASTA LO INACEPTABLE 16 NO SER SINCERO 17 OCULTAR COSAS QUE PUEDE SER GRAVES PARA LA RELACIÓN 18 ACEPTAR LO QUE ES INACEPTABLE 2 - LO QUE NO ES APROPIADO 19 NO RESOLVER LAS CONTRARIEDADES, PRETENDER IGNORARLAS, O CREER QUE NO SON TAN IMPORTANTES COMO EN REALIDAD SON 20 REPRIMIR LOS SENTIMIENTOS 21 PERDONAR FÁCILMENTE 22 PERDONAR SIN CONTRAPRESTACIONES 23 NO EXPRESAR CLARAMENTE LOS SENTIMIENTOS 24 NO PERMITIR EL CRECIMIENTO DE TU PAREJA 25 EL CHANTAJE EMOCIONAL Y SENTIMENTAL 26 CRITICAR, MENOSPRECIAR, SENTENCIAR 27 PROSTITUIRSE 28 SER INFLEXIBLE 29 ES UN “ERROR” NO ACEPTAR LOS PROPIOS “ERRORES” 30 NO PEDIR PERDÓN FÁCILMENTE 31 NO PEDIR CLARA Y DIRECTAMENTE LO QUE SE NECESITA 32 ABANDONARSE 33 BUSCAR REPETIR PATRONES QUE SE HAN VIVIDO 34 NO RECONOCER LAS PROPIAS LIMITACIONES 35 LA EXCESIVA LIBERTAD Y PERMISIVIDAD 36 SER LA MEJOR. (Y también SER EL MEJOR) 37 NO HALAGAR O NO HABLAR DE LO POSITIVO QUE TIENE EL OTRO 38 NO SABER ESCUCHAR LO QUE EL OTRO SIENTE 39 CONVERTIR LOS DIÁLOGOS EN DISCUSIONES (O en monólogos) 40 LOS CELOS 41 TÚ HAZ LO QUE QUIERAS QUE YO HARÉ LO QUE ME DÉ LA GANA 42 CUANDO HAY EXCESO DE EXCUSAS 43 CONVERTIR EL SEXO EN UNA RUTINA 44 SER EGOCENTRISTA 45 NO VALORAR LAS DIFERENCIAS CULTURALES O SOCIALES 46 NO PEDIR AUXILIO 47 NO PEDIR LO QUE REALMENTE SE QUIERE EN EL SEXO 48 NO DEDICARLE AL SEXO EL TIEMPO Y LA ATENCIÓN QUE MERECE 49 RIDICULIZAR AL OTRO O MENOSPRECIAR SUS OPINIONES 50 EL ORGULLO 51 RENDIRSE 52 PERDER EL RESPETO (O perderse el respeto) 53 RENUNCIAR AL ESPACIO INDIVIDUAL 54 CAMINAR MIRANDO HACIA ATRÁS 55 RECHAZAR LA CABALLEROSIDAD 56 VER SÓLO LOS DEFECTOS 57 EXIGIR EN VEZ DE PEDIR 58 QUERER CAMBIAR AL OTRO 59 SER DEMASIADO EXIGENTE 60 POSESIÓN, PERTENENCIA, DOMINIO… 61 PARTICIPAR EN LUCHAS DE PODER 62 OLVIDARSE DEL ROMANTICISMO 63 NO ESTAR INTERESADOS EN QUE LA RELACIÓN VAYA BIEN 64 DECIR LO MALO QUE PIENSAS Y SIENTES CUANDO TU MAL HUMOR ESTÁ MUY EXALTADO 65 MENTIR (O camuflar la verdad) 66 SER ABSORBENTE, CELOSO, DESCONFIADO, AGRESIVO, POCO RESPETUOSO, HIPERCRÍTICO, NARCISISTA, EGOCÉNTRICO, IRRESPONSABLE, AUTORITARIO O POCO REALISTA EN EL AMOR. 67 DARLE VUELTAS A LA NORIA (Y no buscar la forma de dejar de hacerlo) 68 PERMITIR QUE UNA MALA RELACIÓN AMARGUE EL RESTO DE LA VIDA 69 PERMITIR QUE EL AMOR SE CONVIERTA EN ODIO 3 - CONFUSIONES HABITUALES 70 PENSAR SÓLO EN EL OTRO O EN LOS OTROS 71 MINIMIZAR LOS “PROBLEMAS” O NEGARLOS 72 DEJARSE DE LADO 73 PASARSE AL OTRO EXTREMO 74 CREER QUE TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES 75 CAMBIAR AL HOMBRE POR EL PADRE 76 CONFUNDIR AMOR CON ENAMORAMIENTO 77 CONFUNDIR “TENER PAREJA” CON “SER PAREJA” 78 ELEGIR DESDE LA CINTURA PARA ABAJO (O sólo por la cara bonita) 79 UTILIZAR EL SEXO COMO CHANTAJE 80 NO DESAHOGARSE 81 NO QUERER RECONOCER LOS PROBLEMAS Y NEGAR LA REALIDAD 82 PENSAR QUE LOS “PROBLEMAS” DE TU PAREJA NO SON TAMBIÉN TUS “PROBLEMAS” 83 DAR MÁS CRÉDITO A LA FANTASÍA QUE A LA REALIDAD 84 SI NO CEDE ÉL, NO CEDO YO 85 REPRIMIR LOS SENTIMIENTOS 86 NO REUNIRSE PARA REVISAR CÓMO VA LA RELACIÓN 87 SUPONER 88 VOLVER CON UN EX POR NO ENCONTRAR OTRA PAREJA 89 IGNORAR LA VOZ DEL INSTINTO 90 JUGAR A SER ADIVINO 91 NO DENUNCIAR 92 LIGUES, AVENTURAS Y OTRAS RELACIONES 93 HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE 4 - LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER 94 ABANDONAR EL NOVIAZGO 95 HACER UN NOVIAZGO DEMASIADO CORTO 96 CONFUNDIR EL NOMBRE DE LOS SENTIMIENTOS (O de las cosas) 97 CONFUNDIR AL HOMBRE 98 CONFUNDIR EL AMOR CON OTRA COSA 99 ¿DISCUTIR O NO DISCUTIR? 100 CARGARSE CON TODAS LAS RESPONSABILIDADES 101 CEDER A LA PRESIÓN SOCIAL 102 NO ACTUALIZAR EL AMOR 103 NO SABER PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO 104 BUSCAR EL HOMBRE PERFECTO (Y ansiar la relación perfecta) 105 ENAMORARSE DEL HOMBRE O DE LA MUJER EQUIVOCADOS (Enamorarse de alguien que no existe) 106 LAS FAMILIAS 107 QUERER MAL 108 PERPETUAR LOS MISMOS ERRORES DE SIGLOS ANTERIORES 109 NO AMAR O NO SABER AMAR 110 REPETIR LOS ERRORES ANTERIORES 111 HAY QUE SER UN POCO EGOÍSTA 112 PROVOCAR LAS CONFRONTACIONES EN MAL MOMENTO 113 ELEGIR DESACERTADAMENTE 114 NO COMPORTARSE DEL MODO ADECUADO CUANDO LAS COSAS YA NO VAN BIEN 5 - EL PELIGRO DE LAS FALSAS EXPECTATIVAS 115 LA NECESIDAD DE SER NECESITADOS 116 CONVERTIR AL SAPO EN PRÍNCIPE AZUL 117 BUSCAR UNA RELACIÓN (AUNQUE SEA MALA) PARA HUIR DE UNA SITUACIÓN INDESEADA 118 ÉL ES ÚNICO/ELLA ES ESPECIAL 119 AFERRARSE A LA ESPERANZA INÚTILMENTE 120 PENSAR QUE EL OTRO PIENSA DEL MISMO MODO QUE PIENSA UNO 121 CREER QUE EL AMOR LO SOLUCIONA TODO 122 HAZME FELIZ 123 NEGAR LAS CICATRICES QUE VA DEJANDO EL DESAMOR 124 ESPERAR UN MILAGRO 125 CONFUNDIR “ESTOY ENAMORADO” CON “ME INTERESA” 126 CULPAR AL OTRO POR LA DECISIÓN QUE UNO TOMÓ DE UNIRSE A ÉL (Y hacérselo pagar…) 127 QUERER QUE EL OTRO SIENTA LO QUE NO SIENTE 128 DÁMELO TODO 129 OBSESIONARSE CON EL AMOR IDEAL 130 QUERER SUSTITUIR A SU MADRE 6 - CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA 131 ¿SER YO O SER QUIEN OTRO QUIERE QUE SEA? 132 LLAMAR “ACEPTACIÓN VOLUNTARIA” A LA “SUMISIÓN INCONDICIONAL” 133 LA TENDENCIA A RENUNCIAR 134 TOLERAR QUE EL OTRO NO PONGA TODO LO QUE TIENE QUE PONER EN LA RELACIÓN 135 NO IR EN IGUALDAD DE CONDICIONES A LA RELACIÓN 136 IR DE VÍCTIMAS O DE MÁRTIRES 137 NO TENER OBJETIVOS O PLANES COMUNES 138 IMPEDIR QUE LA PAREJA PARTICIPE EN ALGÚN ASUNTO COMÚN 139 AMAR A UN HOMBRE O A UNA MUJER SIN SER CORRESPONDIDO 140 ÉL NO ES MALO, LO QUE PASA ES QUE ES ASÍ (Ya cambiará) 141 ESTAR POR INTERÉS 142 YA ES TARDE PARA CAMBIAR (Al otro no hay quien le cambie) 143 IMPONER 144 ASUMIR, TAMBIÉN, LAS RESPONSABILIDADES DEL OTRO 145 LLEVAR UNO SOLO EL PESO DE LA RELACIÓN 146 LLEVAR A PRISIÓN LA LIBERTAD DEL OTRO 147 CONFORMARSE CON MIGAJAS DE AMOR 148 REPARTIR MAL LOS PAPELES: “UNO MANDA, EL OTRO OBEDECE” 149 QUE SEA UNO SOLO LA PAREJA 150 DAR TODO A CAMBIO DE NADA. O VICEVERSA. 151 SOBREPROTEGER AL OTRO MIEMBRO PAREJA 152 MENOSPRECIAR LAS INCOMPATIBILIDADES 153 LA DEPENDENCIA EMOCIONAL 154 AMAR DEMASIADO 155 PEDIR EN LA RELACIÓN LO QUE EL OTRO NO ESTÁ DISPUESTO A DAR 156 ACORDARSE DEL OTRO SÓLO CUANDO SE LE NECESITA 157 CONVERTIR LA RELACIÓN EN DOS QUE VIVEN JUNTOS (O permitir que eso suceda) 158 CREER QUE EL AMOR SE SOSTIENE SOBRE UNO SOLO QUE AME 159 VIVIR DEL AMOR PASADO 160 VER A LA PAREJA SÓLO COMO “EL OTRO” (O “la otra”) 7 - ATENCIÓN A LA BAJA AUTOESTIMA 161 POR TI SOY CAPAZ DE SUFRIR LO QUE HAGA FALTA 162 NO MEREZCO ALGO MEJOR 163 IDEALIZAR DEMASIADO EL AMOR 164 SIN TI SOY NADA 165 SÉ QUE ALGÚN DÍA SE CANSARÁ DE MÍ 166 CREER QUE LA FELICIDAD SÓLO SE LA PUEDE PROPORCIONAR SU PAREJA 167 HACER DE LA RELACIÓN EL ÚNICO MOTIVO DE SU VIDA 168 ACEPTAR CON RESIGNACIÓN -Y SIN HACER ALGO POR REMEDIARLO- TODOS LOS INCONVENIENTES DE LA PAREJA 169 CULPABILIZARSE 170 MIEDO A PERDERLE 171 DEPENDER EXCLUSIVA O EXCESIVAMENTE DEL OTRO 172 NO QUERER QUITARSE LA VENDA DE LOS OJOS 173 CONFORMARSE CON CUALQUIERA 174 CONFORMARSE CON ENCONTRAR LA MEDIA NARANJA 175 AMAR SIN RECIBIR AMOR 176 MINUSVALORARSE, MENOSPRECIARSE, DEPRECIARSE, DESVALORARSE, DEVALUARSE… 177 NO TENER UN PROYECTO DE VIDA PROPIO 178 YA NO LE GUSTO 179 SEGUIR EN LA RELACIÓN POR UN SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD 180 NO VOLVER A ENAMORARSE PARA NO VOLVER A SUFRIR 8 – NO PERMITIR CUALQUIER TIPO DE VIOLENCIA (¡NINGUNA!) 181 CONSENTIR GRITOS, INSULTOS, HUMILLACIONES, FALTAS DE RESPETO… 182 GRITAR E INSULTAR (Son agresiones psicológicas) 183 PERMITIR LAS AGRESIONES FÍSICAS 184 LA SUMISIÓN 185 REACCIONAR A LA DEFENSIVA EN VEZ DE ESCUCHAR 186 PERMITIR Y TOLERAR LA REINCIDENCIA EN ASUNTOS GRAVES 187 PERMANECER EN UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA 188 LAS RELACIONES SEXUALES NO CONSENTIDAS 9 - EL FINAL (La demostración innegable de la incompatibilidad) 189 ¿ROMPO O SOPORTO? 190 NO QUERER PONER FIN A LA RELACIÓN 191 SEPARARSE, TAMBIÉN, DEL RECUERDO DEL OTRO 192 CÓMO DEBERÍA SER EL FINAL DE UNA RELACIÓN 193 LOS HIJOS 184 VOLVER A EMPEZAR 185 SABER PONER LA PALABRA FIN 185 EL DUELO POR LA PÉRDIDA SENTIMENTAL 186 ¿PREPARADO PARA UNA NUEVA RELACIÓN? CONCEPTOS 187 ¿QUÉ ES EL AMOR? 188 ¿QUÉ ES AMAR? 189 ¿QUÉ NO ES AMAR Y QUÉ NO ES AMOR? 190 ¿LA PERSONA O LA PAREJA?, ¿QUÉ ES LO PRIORITARIO? 191 EL DESAMOR EPÍLOGO: 192 RENUNCIAR A LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN 193 ELIMINAR LA IDEA DE POSESIÓN 194 ACEPTAR QUE HAY COSAS QUE SE CONVIERTEN EN INCOMPRENSIBLES IDEAS 195 NOCIONES BÁSICAS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARA COMUNICARSE Y RELACIONARSE BIEN 196 DIÁLOGO NO ES LO MISMO QUE MONÓLOGO 197 RESPETAR LOS SENTIMIENTOS AJENOS 198 NO QUERER RECONOCER UN ERROR Y NO DISCULPARSE 199 ¿CUÁNDO SE DA POR TERMINADA LA CONVERSACIÓN? 200 LA COMUNICACIÓN NO VERBAL
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EMMA Todas las letras que he juntado en mis poesías jamás han conseguido expresar mejor mis sentimientos, ni ser más cariñosas, ni más generosas, ni decir más cosas, que cuando se han reunido para escribir, simplemente, tu nombre. Francisco de Sales (Más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
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EL MATRIMONIO NO DEBERÍA EXISTIR En mi opinión, y a pesar del riesgo de que algunas personas lo puedan malinterpretar, que otras se puedan escandalizar, y que otras se sientan atacadas y socavadas en sus principios religiosos o morales, voy a explicar mi punto de vista sobre este asunto. Confío en que también habrá quien lo lea con objetividad y sin condicionamientos. El concepto de matrimonio –en general- se ha ido modificando y ya no es sólo y exclusivamente lo que dice el diccionario: “unión de hombre y mujer concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses”. El diccionario ya hizo una modificación para especificar que también es: “...unión de dos personas del mismo sexo…”. Se ha convertido en algo habitual que previamente al matrimonio haya un tiempo, al que llamamos noviazgo, en el que seducir agradando, complacer, encandilar y mostrar amor son habituales, siendo frecuente –no en todos los casos, afortunadamente- que una vez establecido el vínculo del matrimonio paulatinamente vaya decayendo todo eso para entrar en una rutina que va apagando toda la parte del cortejo y la conquista. El hecho de estar matrimoniados parece que otorga la relajación en la seducción; es como si uno ya tiene segura y “amarrada” a la otra persona por aquel papel que firmaron y que ya no necesita hacer nada más. Es cuando uno deja de ensalzar al otro, de decirle que le ama –“ya sabes que te quiero, no hace falta que te lo repita todos los días”, se le dice al otro cuando pregunta,- pero sí hace falta repetirlo todos los días. Y no “te quiero”, sino “te amo”. Parece que al estar legalmente comprometidos –porque hay un documento oficial que lo confirma- uno convierte la relación en algo posesivo, cuando siente seguridad de tener definitivamente a la otra persona, y es cuando uno se cree –equivocadamente- eso de “ahora eres mío/mía para siempre”. ¡Qué error! “Si quieres tener a una persona para siempre a tu lado, dale libertad”. No supe entenderlo cuando lo escuché por primera vez. Ahora, sí. A la vista de lo anterior se podría llegar a la conclusión –no del todo acertada pero tampoco del todo equivocada- de que es mejor no casarse. Que es mejor mantenerse en un continuo noviazgo en el que cada uno muestre lo mejor de sí CONTINUAMENTE con la intención de agradar y seguir conquistando al otro. Porque además de afirmar -simplemente presuponiéndolo- “prometo amarte hasta que la muerte nos separe”, tal vez sería interesante añadir –y esto sí cumplirlo- “prometo no desatenderte, no hacerte infeliz, no hacerte daño nunca”. Y cada día renovar la conquista, viviendo en una mutua seducción continua, mostrándose ambos cada día atractivos para la otra parte, exhibiendo todos los encantos, y amando con esa pasión que no se debe aplacar de los recién enamorados. Tal vez no debería existir el matrimonio como tal, sino que debería existir solamente el amor entre dos personas sin la necesidad de un compromiso que no siempre será posible cumplir. No hay documento ni hay un cuerpo eclesiástico o civil que garantice el amor. El amor no se puede imponer. Amarse es una tarea que corresponde exclusivamente a las personas que libremente han decidido hacerlo. El amor es una obra a corto, medio y largo plazo que requiere ser cuidado con esmero y ser alimentado en cada instante. Tanto amar como ser amado es muy gratificante. Y es una hermosísima tarea decidida libremente que merece toda la atención que se le ha de dedicar. No estoy en contra del matrimonio. Estoy en contra de que la rutina se instale y sea lo único que haya en común, en contra de que el amor deje de ser el ingrediente principal del matrimonio, en contra de que la pasión amorosa sea sólo un recuerdo del pasado. Y que suceda o no suceda todo esto es una responsabilidad de ambos miembros de una relación. Me parece bien el matrimonio… siempre que no mate al amor. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. (Más artículos en (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum)
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LOS PENSAMIENTOS OBSESIVOS Y TÚ: UN MAL MATRIMONIO. En mi opinión, las personas que padecen la dictadura de los pensamientos obsesivos deberían tener preparadas soluciones para cuando se presentan, de modo que puedan evitar el sufrimiento que les aportan y tener una mente más relajada y menos agresiva. En general, no tenemos claro dónde empiezan y dónde acaban lo que son los pensamientos, y dónde empezamos nosotros; qué corresponde a la mente que actúa por su cuenta y qué corresponde a la mente que funciona bajo nuestro control. Insisto muy a menudo en la necesidad, que es irrenunciable y debería ser inaplazable, de aprender y conocer el funcionamiento de la mente, cómo actúa el inconsciente, y aprender a observar y gobernar a ambos antes de que nos conviertan en sus víctimas sufrientes. Algunas personas padecen los pensamientos obsesivos y no saben cómo salir de ellos. Estas son algunas nociones y pautas que conviene conocer. La primera es que los pensamientos son solamente pensamientos, y nada más. No es necesario darles entidad, ni sufrir por cosas que no pertenecen a la realidad sino a la dispersión –casi siempre negativa o pesimista- de unos procesos mentales que ni siquiera promocionamos nosotros. Lo mejor para quien padece esta situación es no hacerles caso. Quienes los padecen, dirán que es imposible, que tienen preponderancia y les gobiernan. Que no pueden pararlos, pero en realidad es que no saben pararlos y deshacerse de ellos. Lo menos acertado es enredarse en ellos y con ellos, ponerse a discutir, querer echarles a gritos, o enzarzarse en conversaciones interminables… porque eso es, precisamente, lo que quieren. Esos pensamientos obsesivos giran en torno a ellos mismos, no avanzan, y parecen encontrar más placer en repetirse y alterarnos que en encontrar una respuesta. Y aunque encuentren una respuesta, ésta no va a ser satisfactoria porque ese tipo de mente no se va a conformar con ninguna que aparezca. Y aunque llegase a encontrar una respuesta con aires de ser la verdadera, difícilmente sería acertada y válida porque estaría tomada desde una ofuscación mental con la falta de la ecuanimidad y la objetividad necesarias para cualquier toma de decisiones que sea sensata. Esos pensamientos son irrazonables, por lo tanto es imposible razonar con ellos. No admiten la lógica, la sensatez, la cordura de las reflexiones bien ejecutadas, la contundencia de la verdad y el raciocinio. Le han dado mil vueltas a los mismos pensamientos y no ha servido para nada. Y aunque se encuentre una respuesta que parezca adecuada, unos minutos después será volteada y desechada. Pretender encontrar una solución adecuada con la premisa de unos pensamientos incorrectos es un absurdo. Y una temeridad. Esos pensamientos no valen, carecen de lucidez, es mejor desecharlos y aplazar el tema para otro momento en que uno sí puede ser objetivo y verlo con una mente serena. Es mejor no intervenir en ellos. Sí, ya lo sé: es difícil y parece imposible, pero es lo más adecuado. Si acaso, observarlos, que es como observarse uno mismo. Pero es mejor no intervenir. Por supuesto que en el momento en que se presentan parecen incontrolables, y uno se enfada consigo mismo por eso de no poder controlarlos y acabar siendo su víctima sufridora, pero conviene tener paciencia con uno mismo, disculparse, evitar ese enfado inapropiado. Lo mejor, y casi lo único que se puede hacer en esos momentos, es no prestarles atención, no responderles, no intervenir, dejarlos que se vayan diluyendo por sí mismos. Responderles es la acción menos indicada, porque es lo que ellos pretenden: involucrarnos en su desquiciado juego. Por tanto, es mejor separarse de ellos, no prestarles nada de atención, y ocupar la mente con un pensamiento deseado y elegido por uno mismo. Si se le presta atención a uno de esos pensamientos obsesivos tratando de razonar con él –misión imposible-, o esforzándose en echarle -con lo cual ya se ha entrado en su juego-, se le está reforzando y dando más vida. Si la mente siente que se le presta mucha atención a ese pensamiento, puede pensar que se debe a que es importante para el pensador y no hará nada por borrarlo o relegarlo al olvido, sino que lo mantendrá vivo, en primera línea, y lo presentará a menudo creyendo que con ello nos hace un favor. La dirección de un buen psicólogo es la mejor ayuda. Seguir cualquiera de las ideas escritas puede ser un alivio, aunque sea momentáneo, para ir deshaciéndose de ellos. NOS RESULTARÍA MUCHO MÁS SENCILLO OLVIDAR LAS COSAS DOLOROSAS O DESAGRADABLES SI NO INSISTIÉSEMOS TANTO EN RECORDARLAS. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum Aquí tiene todos los videos publicados en youtube: https://www.youtube.com/channel/UCUNE-EC7eiOQDJ2q_U4lqEQ/videos?disable_polymer=1
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TODOS BUSCAMOS LA PAZ Francisco de Sales video: La razón real y final de todo el trabajo de Descubrirse no es otro más que llegar a la Paz. La PAZ. Desde que uno comienza el Proceso de Desarrollo Personal, lo que más busca y valora es aproximarse a un estado de NO VIOLENCIA PARA CONSIGO MISMO, un estado de no recriminación constante, de no exigencia continua, de no luchar siempre contra sí mismo… un estado en el que aceptar sin rendición, comprender sin analizar, sentir sin pensar. Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias. Artículos de Francisco de Sales en: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action...) Visite mi web: www.(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM) Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Web con poesías y relatos: www.franciscodesales.es instagram: https://www.instagram.com/franciscode... Twitter: https://twitter.com/buscandomeweb1 Correo electrónico: [email protected] TODOS LOS VIDEOS PUBLICADOS LOS TIENE AQUÍ: https://www.youtube.com/channel/UCUNE...
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SI YO TOMÉ UNA DECISIÓN, YO PUEDO TOMAR OTRA En mi opinión, algunas de las decisiones que hemos tomado a lo largo de nuestra vida –y sobre todo las que han producido un resultado insatisfactorio- nos mantienen aferrados al malestar que nos han producido impidiéndonos seguir con normalidad en este proceso de vivir, que es siempre un continuo aprendizaje. No estamos en paz. No hay conformidad con el resultado de algunas de las decisiones que hemos ido tomando. Preferimos “no equivocarnos”, hacer las cosas “bien”, sentirnos orgullosos o satisfechos de todas nuestras acciones… pero eso no siempre es posible. Las tomas de decisiones implican, casi inevitablemente, la opción de no acertar. Cada uno de nosotros hemos tenido que tomar y hemos tomado decisiones. Nos hemos visto forzados a ello. Se presentaron dos o más opciones y había que seleccionar sólo una y descartar las otras. Si tomaste una decisión en algún momento de tu vida –salvo que sea una deuda o haya un documento firmado- no estás obligado a permanecer fiel a aquella decisión una vez que has comprobado que no es la adecuada. Si tomaste una decisión en algún momento, ahora puedes tomar otra distinta. Si aquella decisión hace que hoy no te sientas en paz, no estés satisfecho con ella, cámbiala. Toma otra que esté más de acuerdo con tu estado o tu evolución de este momento de tu vida. Ya sé que hay cosas imposibles de modificar, pero no te auto-engañes y ten claro que realmente algo es imposible antes de rendirte. Aún en este caso, siempre es posible comprender y comprenderse, entender los motivos que llevaron a aquella decisión. Conviene no hacerlo desde un sentimiento de culpabilidad por haber tenido ese “error”, porque el error no es de quien eres hoy, en este momento, sabiendo el resultado de aquella decisión. El que la tomó era otro –eras otro- y aquél actuó como creyó que era adecuado, como supo, como pudo, así que desde el que eres hoy no puedes juzgar ni acusar –ni siquiera tú mismo- a aquél. Es apropiado darse un abrazo antes de comenzar el proceso de reconciliación. Hay que contemplarse en el espejo –aunque sea simbólicamente- y mirarse a los ojos con amor, con comprensión, recordándose que uno es un eterno aprendiz y casi nunca el alumno más aventajado en esta tarea siempre nueva que es vivir. Tras esta premisa es cuando se puede empezar la tarea de tomar otra decisión distinta, esta vez más reposada y revisada, para tener más opciones de que sea más atinada… y tomarla desde la mejor intención, con la condición expresa aceptada de que si no sale como se desea no será motivo de otro enfrentamiento descarnado entre quien después observe el resultado y quien hoy toma la nueva decisión con la mejor voluntad. Hay que recordarlo continuamente: vivir es un oficio para el que no nos han preparado, y eso implica que podremos equivocarnos una y otra vez, y siempre la actitud tras cada decisión no óptima será la misma: acogerse sin condiciones, mirarse con cariño, con empatía, recoger los trozos de corazón roto, enjugar las lágrimas inevitables, y levantarse de la caída sin rabia aunque haya una cierta decepción. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, inscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. (Más artículos en (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum)
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CORAZÓN DESOCUPADO No es que te vayas ahora: ya te fuiste hace tiempo. Si en tus pensamientos no contabas conmigo -sin mí, sin nosotros-, si tenías el porvenir ya en otro sitio y el corazón de amar desactivado; si yo no estaba entre tus deseos ni tenía entrada en tus sueños, y si escribías tu futuro en singular… es porque ya te habías ido. Ahora te llevas tu cuerpo, que es lo último que quedaba aquí de ti. Te echaré en falta, no voy a negarlo. En algún momento cambiaré mi “te amo” apasionado por un “te amé” nostálgico y llorón. Barreré la huella mustia de tus pasos y espantaré tus recuerdos. Adecentaré mi corazón para que alguien venga a ocuparlo. Eso haré. Francisco de Sales (Más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
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LOS PEQUEÑOS GRANDES PASOS DIARIOSvideo:https://www.youtube.com/watch?v=EKM1YGkt9owEn mi opinión, las personas que comienzan un Proceso de Mejoramiento, o de Desarrollo Personal, desde el sufrimiento y la desesperación, sin tener unas instrucciones precisas y además arrastrando una retahíla de miedos, de inseguridades, del todo desconcertados y perdidos, desde una voluntad ansiosa y agobiada por querer hacer cambios en su vida, pero con el lastre de la inexperiencia y el desconocimiento, suelen presentar un error importante en su planteamiento: quieren TODOS los cambios que necesitan y los quieren YA.Y eso no puede ser.
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¿POR QUÉ NO ACEPTAMOS LA REALIDAD QUE NO NOS GUSTA? En mi opinión, hay una tendencia generalizada a no querer aceptar la parte de la realidad que no nos gusta –y esto, en gran medida, es algo muy humano-, y por ello adoptamos diferentes estrategias para engañarnos, negándola o tergiversándola. La parte de la realidad que no resulta agradable, que no cumple nuestros requisitos de mucha paz y cero problemas, es más cierta que la parte donde nos hemos montado la fantasía de un bienestar que no resistiría ningún examen serio acerca de su firmeza y realidad. Todos tenemos que vivir situaciones que no son de nuestro agrado, que preferimos evitar, o que rechazamos frontal y airadamente, pero ahí están, son innegablemente ciertas, y nos afectan directamente. No las debemos negar, porque eso no va a lograr que desaparezcan o se resuelvan, ni las debemos minimizar o infravalorar, ni tampoco caer en el autoengaño de que no pensando en ellas desaparecerán. ¿Por qué no aceptamos la realidad que no nos gusta? Puede ser dolorosa, pero es cierta. La actitud infantil de enfadarse y patalear, no resuelve. Imitar al avestruz escondiendo la cabeza para que lo desagradable no nos vea y pase de largo, no soluciona. Convertirse en una estatua, es inútil. LAS REALIDADES QUE NO GUSTAN HAY QUE AFRONTARLAS. Hay que atreverse con ellas. Hay que resolverlas. Solamente desde la aceptación de la verdad es desde donde se puede comenzar a buscar una actitud o una respuesta para esa verdad, y entonces llevarla a la práctica. Negarla, es inútil. Además de que es imposible solucionar algo que se niega, que no se acepta que existe. Así es una parte de nuestra vida. Tiene situaciones indeseadas, conflictos que se nos quedan grandes, experiencias por las que no apetece pasar, dolores, sentimientos desagradables, desafíos que hay que aceptar sin ganas, embrollos, laberintos, complicaciones… Y luego está la parte sublime de la vida, la que está hecha de emociones y de sentimientos conmovedores, de sonrisas y fe, de alegría y maravillas, de confianza y paz. Pero para llegar a ello, y para permanecer en ello, es necesario deshacerse de los impedimentos. JAMÁS LOGRARÁS ALCANZAR LA PAZ SI NO ELIMINAS ANTES LOS OBSTÁCULOS QUE TE IMPIDEN ACCEDER A ELLA. Y donde pone paz, puedes poner felicidad, alegría, bienestar, gozo… y todo aquello que no disfrutas porque hay un impedimento del que previamente hay que deshacerse. La realidad es la realidad, y no admite discusión ni negación. Sí admite que tú modifiques tu modo de verla, sobre todo cuando te parece agresiva o indeseable. Si no te gusta, tendrás que buscar el modo de cambiarla, de reconocerla sin que eso se convierta en un drama, o de eliminarla, de quitarle importancia a la parte que no es de tu gusto, de desdramatizarla o relativizarla. Tendrás que ponerte a salvo de su influencia perjudicial. Tendrás que aceptarla, y que sea mediante la comprensión y no mediante una sensación de rendición humillante. La realidad que no gusta nos está proponiendo que pongamos de nuestra parte lo necesario para modificarla, en los casos que sea posible hacerlo; no podemos hacer que deje de llover o arreglar de un plumazo todos los problemas de toda la humanidad, pero hay cosas que con esfuerzo, con voluntad, con constancia, pueden dejar de ser como son o, por lo menos, pueden dejar de afectar como afectan. Conviene reunir toda la voluntad posible, todas las ganas, el ánimo, aquello que vayamos a necesitar para afrontar la tarea de hacer que las cosas sean a nuestro modo, de nuestro gusto, y conviene no aplazarlo infinitamente. La realidad hasta puede llegar a cambiar según se mire desde un punto de vista objetivo o subjetivo, y por ello puede existir “la realidad” y “nuestra realidad”. Conviene darse cuenta con claridad de una y otra cosa. Tal vez no haya que cambiar “la realidad”, sino “nuestra realidad”. Y cada uno valorará con cuál de las dos se quiere quedar. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum Aquí tiene todos los videos publicados en youtube: https://www.youtube.com/channel/UCUNE-EC7eiOQDJ2q_U4lqEQ/videos?disable_polymer=1
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EL DOLOR INCONSOLABLE DE LOS ARREPENTIMIENTOS En mi opinión, una de los dolores más intensos, más dramáticos, más inconsolables y desesperados, es el que provocan los arrepentimientos cuando son sentidos desde el alma, cuando van cargados de esa pena que abate porque uno es consciente de su incapacidad para modificar el pasado. El arrepentimiento es un estado del alma. Sólo el alma tiene la sensibilidad suficiente como para darse cuenta de lo causado por los hechos o las omisiones, por el resultado de lo que entonces no se previó y ahora se muestra como una explosión dolorosa imposible de no ver. Ese pesar que causa darse cuenta ahora, con retraso y sin posibilidad de volver físicamente atrás a resolverlo, se convierte en una pesada carga de la que parece que es imposible deshacerse. Se convierte en un martirio atormentado y desconsolado que no encuentra la paz en ningún sitio. Al sentimiento interno se añade después el proceso mental. La mente se da cuenta del resultado de los hechos, comprende –pero ahora que ya es tarde- lo que tenía que haber sido de otro modo, y no para de machacar y machacar y machacar… y de ese modo deja de ser un arrepentimiento con posibilidades de sanación y se convierte en una guerra interna en la que uno claramente es el perdedor. Esa forma de actuar oculta las posibles soluciones porque hace que todo gire en torno al grave error y a las nefastas consecuencias. Y se queda uno estancado en ese pozo negro. A lo anterior se añade el juicio moral. Uno se juzgará –tal vez injustamente- por lo ocurrido, se castigará –tal vez injustamente-, y será un motivo de malestar en la relación consigo mismo y una bajada importante de la autoestima. Todo este penar requiere un alivio –que en esos momentos no está a la vista y parece imposible-, pero ese alivio es difícil porque la mente insiste en ponernos a la vista los otros posibles resultados –que siempre parecen mejores que el que se auto-juzga- que hubieran aportado otras alternativas, así que la mente –que en este caso no colabora- sólo nos hace imaginar que si hubiésemos hecho otra cosa distinta los resultados hubiesen sido mejores. Y es posible que sea cierto, pero es muy fácil acertar “a toro pasado”. Uno tomó la decisión que consideró adecuada, o la que única que en aquel momento vio viable, o la que permitieron las circunstancias de entonces. Si el arrepentimiento de ahora se queda exclusivamente en la queja es un arrepentimiento inútil. Sólo con pensarlo y castigarse no se resuelve nada. Parece que la mejor propuesta es asumir los hechos –negarlos no sirve para nada-, la posterior aceptación con calma de los hechos, la extracción del aprendizaje que se pueda extraer –para no volver a repetirlo-, y el perdón. Perdón real desde el corazón porque si es sólo una palabra es inútil. Y una vez hecho todo lo anterior será bueno remediarlo si es posible. Y si ya no es posible… nuevamente perdonarse en un acto de sincera contrición, un acto de acogimiento sin condiciones, con una sonrisa que marque un nuevo punto cero desde el que retomar el aprendizaje que es la vida en el Camino del Desarrollo Personal y Espiritual. Siempre estamos aprendiendo aunque parezca que nunca terminamos de aprender. Así que… Amor Propio y Paciencia. Te dejo con tus reflexiones… Francisco de Sales Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59 Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. (Más artículos en (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action=forum)
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APRISA, DEPRISA Se deshoja el calendario rápidamente -mil hojas al día-, las horas son minutos, la prisa va deprisa y mi sombra me adelanta, el final va antes que el principio, todo dura un suspiro. Todo corre. Nada tiene tiempo de dejar su sabor. Mis recuerdos no pueden anotarlo todo. Me falta tiempo. Paso por mi vida a tal velocidad que ni siquiera me reflejo en los espejos. Necesito parar, reflexionar, tomar consciencia, decidir, VIVIR. Y lo quiero hacer y lo tengo que hacer. Francisco de Sales (Más poesías en www.franciscodesales.es)
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LAS VENTAJAS DE USAR EL YO OBSERVADOR
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LAS VENTAJAS DE USAR EL YO OBSERVADORvideo:https://www.youtube.com/watch?v=JcP84RcgUSUEn mi opinión EL YO OBSERVADOR, es una de las “figuras” imprescindibles en los Procesos de Autoconocimiento –y en cualquier instante de la vida-, y es muy interesante conocerlo y, sobre todo, utilizarlo.Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.Artículos de Francisco de Sales en: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action...)Visite mi web: www.(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)Si desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí:(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59Web con poesías y relatos: www.franciscodesales.esinstagram: https://www.instagram.com/franciscode...Twitter: https://twitter.com/buscandomeweb1Correo electrónico: [email protected] LOS VIDEOS PUBLICADOS LOS TIENE AQUÍ:https://www.youtube.com/channel/UCUNE... -
CAPÍTULO 81 – LOS OTROS – EL PRÓJIMO Este es el capítulo 81 de un total de 82 -que se irán publicando- en los que se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL. “Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros”. (Confucio) “Estamos ineludiblemente unidos a los otros”. “Debemos pensar que las hojas de un árbol y el árbol es toda la humanidad. No podemos vivir los unos sin los otros, sin el árbol”. “Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros”. “Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado”. (Juan, 15:12-13) “El don más grande hacia otros no es compartir nuestra riqueza, sino hacerles descubrir la suya”. (Siddharta Gautama Buda) “Carl Jung nos habla del “Inconsciente Colectivo” que es un concepto que hace referencia a una dimensión que está más allá de la consciencia y que es común a la experiencia de todos los seres humanos. Según su teoría los otros y nosotros tenemos fuertes raíces en común. Compartimos inquietudes con respecto al amor, el miedo, la proyección social, la sabiduría, el sexo, el bien y el mal…”. EL OTRO TAMBIÉN ES YO Cuando estés frente a una persona, piensa que todo lo que te pasa a ti… le pasa a ella también. Somos iguales por dentro. El otro también sufre, siente, rabia, llora. Arrastramos los mismos problemas. Compartimos los mismos miedos, somos igual de débiles o de complicados y necesitamos reconciliarnos con todas nuestras partes para logra una reunificación interna que nos lleve a la Paz. Si el otro está aquí es porque también está en el Camino. En su Camino. Así que todos somos peregrinos que caminamos el uno al lado del otro pero en la misma dirección. El otro también está en el mundo y en la vida y padece sus conflictos y consecuencias. Tú ya sabes lo que es eso. Lo conoces de sobra. Ahora piensa cómo te sientes tú cuando estás así y siente empatía por el otro, porque vive lo mismo que vives tú. Tenlo en cuenta. Su lucha es tu lucha pero desde su piel. Cualquier persona honrada que esté frente a nosotros merece toda nuestra consideración y todo nuestro respeto. Desde esta perspectiva es como hay que mirarlos para comprenderlos: con la mayor limpieza, sin ningún tipo de prejuicio ni animadversión. LOS UNOS SIN LOS OTROS Sigo sin entender aún el cómo ni el porqué de este reparto de circunstancias tan dispares en las vidas, en las que unos somos más beneficiados que otros; me parece el resultado de un sorteo loco en una lotería injusta. Aún no soy capaz de creer del todo en eso de “que cada uno se las apañe como pueda” y haga su Camino en solitario –y menos aún en ir pisando a otros caminantes para alcanzar la meta-. Entiendo el Desarrollo Personal como una tarea unipersonal e independiente pero al mismo tiempo relacionada de un modo indisoluble con un Desarrollo Colectivo en el que cada uno tiene que colaborar de acuerdo a sus posibilidades y circunstancias. Todos compartimos y/o enseñamos algo a los otros: lo que sabemos, lo que poseemos temporalmente, una lección de humildad o de pobreza; les enseñamos nuestro lado oscuro para que no se sientan solos en su oscuridad, la cara B de nuestros éxitos, nuestras lágrimas o nuestra desesperación: les damos algo a los necesitados, ayudamos a quienes podemos. Les enseñamos nuestra ilusión para que comprueben que la ilusión existe, y les ofrecemos los ánimos que tenemos por si se les pueden contagiar. Todos aprendemos de todos, todos los pasos de los demás –incluso los tambaleantes y los equivocados- tienen una utilidad aunque a veces sea incomprensible. Una persona honrada, recta conforme a la moral, obrará del modo que pueda para ayudar al necesitado, enseñará lo que pueda, rezará por el otro, le acompañará si puede. Eso forma parte de la naturaleza humana porque hay algo que nos recuerda, sin palabras, que todos somos de la misma especie o que somos hermanos, y que nos sentimos unidos de algún modo. A veces vemos al otro como un ser distinto al que nada nos une, pero cuando surge un momento de apuro desaparece esa distancia y uno se solidariza con el otro. Entonces ni la raza ni la clase social son un impedimento para esa conexión tan hermosa que se puede dar entre los humanos. Los otros, nos enseñan con sus errores para que aprendamos a no cometer los mismos. Son el espejo que muestra nuestra cara más oculta. Son el ejemplo en el que podemos basarnos en cuanto a qué hacer o qué no hacer. A veces no nos gusta algo de ellos y con eso nos recuerdan qué es lo que no queremos para nosotros, cómo no queremos ser y es cuando se necesita una sinceridad a prueba de bombas para resistir un auto-análisis profundo que nos haga ver nuestra realidad por encima de nuestro auto-engaño. O sea, son grandes maestros disfrazados de personas normales. La capacidad de estar atento y la voluntad de querer aprender son los que obran el milagro de que uno aprenda. LAS DESIGUALDADES Unas personas son afortunadas al poder acceder a información y conocimientos que no han estado al alcance de otros. Otros –y aquí siento una tremenda e injustificable injusticia- han tenido y tienen unas circunstancias y condiciones distintas, menos agradables. Unas personas tienen un Camino que parece acolchado y otros tienen que avanzar entre espinas y cristales rotos. La desigualdad es dolorosa. Terrible e injustificada. Parece ser una obra de la mayor injusticia y mientras no sea capaz de recibir la iluminación que me haga comprender el sentido de esto, protestaré en nombre de los menos favorecidos. Algo de lo que nos pertenece les pertenece también a los otros. Somos depositarios de algo –conocimientos o bienes- que no son exclusivamente nuestros. LOS OTROS Y YO Cada día me siento más unido a los otros: incluso a los desconocidos, a los que no me gustan, a esos con los que aparentemente sólo comparto la estancia en este mundo en la misma época. No sé explicarlo, pero me siento relacionado con el ladrón y con el malvado y al mismo tiempo que siento rechazo hacia ellos siento una gran compasión, y me identifico con el que parece que ha venido a esta vida solamente a sufrir, con el que carece de dignidad y con el que muchos días no sabe si va a poder cenar; con el que está perdido y no sabe cuál es el siguiente paso que tiene que dar, con el llorón desconsolado que no encuentra la forma de cerrar el grifo de sus lágrimas y con el que llegó al final de sus días sin darse cuenta de que estaba viviendo. Comprender es la clave para relacionarse sin juicios, de igual a igual, con el otro. Aceptar también es importante. Pero aceptarle íntegramente, así como nosotros queremos que nos acepten del mismo modo. Solidaridad es una palabra con un contenido bellísimo. Empatía es grandiosa. Fraternidad debería estar en un marco de oro. Generosidad es para usarla todos los días. Amor es tal vez la más grande. Y todas ellas están relacionadas con los otros. Sin los otros no tendrían sentido. Están hechas para ellos. Y con ellas uno puede acercarse más a los otros, hasta integrarse con ellos, o sea, constituir un todo con ellos. Integrar es “completar un todo con las partes que faltaban” y “hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo”. ¡Qué belleza! YO SOY “EL OTRO” CUANDO OTRO ME MIRA El “otro” no son sólo los demás. Cuando una persona distinta se fija en mí, para él soy “el otro”. Esto es algo más que lo simple que aparenta ser. Nosotros, por lo tanto, también estamos al otro lado de la barrera, somos lo que el otro ve, el objeto que mira cuando nos mira, quien le refleja o le remueve algo. Todo lo leído hasta ahora no se refiere exclusivamente al otro: todo está dirigido a mí. Yo soy también el otro. DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL No soy capaz de concebir el Desarrollo Personal como un acto independiente –una especie de “sálvese quien pueda”-, ni como una tarea que cada uno tiene que hacer para sobrevivir mientras que los otros sólo se salvarán si pueden. Estoy convencido de que esto es un Camino comunal en el que todos llevamos la misma dirección aunque caminemos a veces un poco distanciados los unos de los otros. Parece ser que hay dos objetivos en esta vida hacia los que vamos todos encaminados. Uno de ellos no necesita de nuestra colaboración: la muerte. El otro es la salvación, pero esta salvación no tiene que ver con lo religioso ni con el Cielo. Salvar, entre otras acepciones, es “vencer un obstáculo”. Es posible que todos seamos al mismo tiempo un obstáculo para los otros y para nosotros mismos; es posible que ambos nos crucemos para que cada uno le aporte algo al otro. Es más que posible que todos, cada uno y los otros, nos necesitemos en este momento de nuestras vidas, que no nos crucemos por casualidad, que de algún modo estemos colaborando en algo de lo que ni siquiera somos conscientes. Los otros son invisibles o son maestros, dependiendo de la intención con la que uno ande por su vida o por el mundo. Una persona sin interacción con los otros posiblemente se quedaría estancada y, sin duda, carente de algunas cosas de las que no podemos proveernos por nosotros mismos. Los otros no sólo nos abastecen de servicios -de pan el panadero, de pescado el pescador-, sino que por encima de lo que nos aportan con su profesión, nos aportan al ser nuestro espejo, el eco, el ejemplo del que aprender lo que queremos o no queremos, aquel que nos aporta un punto de vista distinto del nuestro, quien nos hacer emocionarnos o sentir profundamente cualquiera de las emociones. Los necesitamos. Cada vez que tengamos otra persona frente a nosotros merece que le mostremos todo nuestro respeto. Y nosotros el suyo. Francisco de Sales Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html
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MI BOCA Y TU CUELLO Los besos que deposito en tu cuello son el epicentro de todos los terremotos que se manifiestan a lo largo de tu cuerpo. Cuando acerco mis labios siento el temblor de un escalofrío que te recorrerá irrespetuosamente asolando tu calma y espantando tu paz. Luego será mi lengua la que vaya inventando un camino, con toques muy livianos, o dejará un rosario de besos invisibles, un soplido persistente de aire frío, una bocanada de aire cálido o un bocado tan leve que no pasará de ser un roce. Sé cómo estremecerte. Mi boca y tu cuello… el preámbulo de lo que viene después. Francisco de Sales (Más poesías y prosa en www.franciscodesales.es)
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CAPÍTULO 80 – LA GENEROSIDAD – EL SERVICIO – ENTREGARSE Este es el capítulo 80 de un total de 82 -que se irán publicando- en los que se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL. “Bienaventurados los que dan sin recordar y los que reciben sin olvidar”. (Madre Teresa de Calcuta) “¿Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien”. (Aristóteles) “Generosidad es la capacidad de dar amor y afecto sin condiciones, es ayudar sin pedir nada a cambio”. “Un corazón generoso, un discurso amable y una vida de servicio y compasión, son las cosas que demuestran la humanidad”. “Un corazón agradecido ama lo que recibe. Un corazón sabio, ama lo que da”. “Da siempre que puedas. No lleves la cuenta. El Universo la está haciendo por ti”. “La generosidad humana es un reflejo del amor de Dios”. (Doménico Cieri Estrada) “La atención y el cuidado son formas muy nobles de generosidad”. “Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de una caricia, una sonrisa, una palabra amable, un oído atento, un cumplido honesto o el más mínimo acto de cuidado, todos los cuales tienen el potencial de cambiar la vida”. (Leo Buscaglia) “La mejor manera de hacerse recordar es mostrando un corazón generoso”. Entiendo la generosidad y el servicio como un tributo voluntario por el que uno decide compartir y compartirse libremente. Considero que tenemos la obligación ética, muy humana y muy honorable, de socorrer a quienes podamos compartiendo una parte de nuestras posesiones –que son siempre préstamos que nos conceden, no hay que olvidarlo-, de los bienes que nos da la vida, bien en forma de prestación económica o de una parte de nuestro tiempo, nuestras habilidades o incluso un poco de sacrificio personal. Es justicia humana y divina. Dar y recibir. Seamos buenos administradores de los bienes temporales, y sepamos entregar una parte de lo que tenemos a los que no tienen. Y vuelvo a insistir: no me refiero a dinero, también pienso en compañía, en ayuda moral, arrimar un hombro, escuchar al afligido, compartirnos… cualquier servicio social, humano o de amistad. Todo este Camino no tiene sentido si no compartimos lo logrado en cualquiera de los sentidos, conocimientos o fortuna, si no hacemos beneficiarios y partícipes de algún modo a los otros. DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL Si no hemos aprendido a ser generosos no hemos aprendido nada. El diezmo –dar un porcentaje de lo que poseemos- es una ley espiritual tan efectiva como lo son todas las leyes naturales. Dios es el Creador de todo lo que hay. Él lo posee todo. Nosotros somos simplemente "administradores" de bienes temporales. Hay una aparente injusticia –que yo soy incapaz de comprender hoy- en el reparto de los papeles y circunstancias que nos tocan vivir a unos y a otros. Unos son escandalosamente ricos o afortunados y muchísimos más tienen problemas hasta para comer cada día. Unos están capacitados para ayudar compartiendo y otros solamente están necesitados y nada más. De algún modo hay que equilibrar las diferencias. De algún modo hay que hacer para que unos no tengan de sobra y otros sólo tengan carencias. La generosidad es una muestra evidente –si es humilde y silenciosa- de la magnanimidad personal que todos –todos- tenemos o podemos tener. Hay nobleza en ello. Hay humanidad. Mucha humanidad. Hay en ella empatía, compasión, amor. Es una expresión del alma que deja un regusto muy agradable cuando se practica. Más allá de la exhibición que hace el ego cuando hay generosidad –y el ego es un gallo al que hay que dejarle solo cacareando y sin hacerle caso… o hacer callar seriamente- hay una sensación que invita a la lágrima sencilla. El agradecimiento produce un efecto contagioso. La emoción del que recibe provoca un terremoto sentimental también en el interior del que comparte. Se comunican los sentimientos sin palabras. No hacen falta. Es un diálogo visual. “Tú eres tú, pero yo también soy tú. Y quiero que te sientas un poco partícipe, que disfrutes tú también”. Eso es lo que se dice sin palabras. Vivir con la conciencia -como norma- de la entrega a los demás nos hace darnos cuenta de cuánto podemos hacer por los otros, qué útiles podemos ser colaborando para el mejor desarrollo de su existencia, aportándoles esperanza, ofreciéndoles la esplendidez de una sonrisa, la bondad de un “gracias”, la delicadeza de una escucha comprensiva, o la grandeza de un consuelo o un ánimo. Un abrazo o una caricia o cualquier gesto de afecto son espléndidos e impagables regalos. El reconocimiento de la igualdad con el otro –ser o sentirse el otro ocupando por un instante su lugar-, por encima de cualquier diferencia en el estatus, haciendo solamente un contacto entre almas, es también un acto que los otros pueden recibir con agrado. Ser generoso es también condescender -acomodarse al gusto o la voluntad de alguien-, porque es generoso dejar que el otro elija el canal de televisión, o ceder el paso, la palabra, el lugar, o ayudar con lo que uno sabe hacer. En la entrega –de lo que sea- hay altruismo y solidaridad. La realidad es que nuestra alma –y no sólo nuestro ego- siente complacencia al ser dadivoso ¿QUÉ PUEDO DAR? Ya lo has ido viendo en las páginas anteriores. Todo lo que sea dar, sea lo que sea, puede ser bien recibido por alguna persona. Dar dinero está muy bien, pero no siempre se puede. Hay otras cosas de coste cero que hemos visto que sí se pueden dar: desde afecto a atención, desde acompañamiento hasta abrazos, desde ropa o cosas –es mejor que sea lo que el otro necesita y no sólo lo que nos sobra o no usamos, pero incluso lo que nos sobra o no usamos puede ser de utilidad para otro o cubrirle algunas necesidades- hasta una palabra de consuelo o de ánimo. A veces puedes colaborar abriendo puertas que otros no ven: informando, acompañando, implicándote en la búsqueda de una ayuda, colaborando en mejorar la autoestima del otro o alentándole, implicándote en una ONG o acompañando ancianos que están sin familia en Hospitales o Residencias. RESUMIENDO Es de ley y de justicia, de compañerismo y fraternidad, compartir una parte de las cosas con las que hemos sido beneficiados, bien por nuestro esfuerzo o gracias a los dones con que Dios o la naturaleza nos ha obsequiado. Otras personas no pueden gozar de lo que nosotros gozamos. Y no me refiero exclusivamente al dinero, ya que dar dinero puede ser una forma de pretender acallar la conciencia: me refiero también a compartir nuestros dones, nuestras habilidades, nuestros conocimientos y experiencias, nuestro tiempo, nuestro amor. Compartirnos nosotros. Francisco de Sales Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html
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CAPÍTULO 79 – EL AGRADECIMIENTO Este es el capítulo 79 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL. “Mientras más agradecido seas, más cosas que agradecer te llegarán”. “Si usáramos el tiempo de queja por lo que no tenemos en agradecimiento por lo que sí tenemos, facilitaríamos a la abundancia manifestarse en nuestra vida”. “El hecho de estar vivo es una de las mejores razones para estar agradecido”. “Hombre que el bien no agradece solo el desprecio merece.” “Debemos encontrar tiempo para detenernos y agradecer a las personas que hacen la diferencia en nuestras vidas”. (John F. Kennedy) “Si uno lo piensa bien…hay que agradecer hasta lo malo, porque de eso también se aprende algo”. “El agradecimiento si no se dice, no sirve a nadie”. “Dar las gracias es la más sentida oración”. “Si te dan, agradece. La vida es así de simple”. Cuento a menudo que lo único bueno que heredé de mi padre es una frase que usaba: “el que no es agradecido no es bien nacido”. Se la agradezco. He sido y soy fiel a su acatamiento y cumplimiento. Hacerlo, me hace sentirme más Yo Mismo y bien. SABER AGRADECER BIEN Si son los otros los que nos dicen algo agradable, debemos evitar lo que en el Análisis Transaccional se denomina descontar, que viene a ser algo así como rebajar la importancia del halago, o desvalorizar alguna cosa buena que digan de nosotros. Si alguien nos agradece algo, nosotros le damos las gracias sinceramente y con ese reconocimiento está todo dicho. No hacen falta explicaciones de nuestra parte que suenen a justificaciones. A veces nos dicen “qué vestido más bonito llevas” y sólo hay que contestar “gracias”, sin más. No es necesario decir “el tuyo también es muy bonito”. No es necesario decir “pues me ha costado solo 10 euros”. No es necesario decir “me lo dio mi hermana porque ya no lo usaba”. No es necesario decir “pues tiene ya muchos años”. Con esos añadidos innecesarios estamos descontando la importancia de lo que nos dicen. Es como decir “no creo sinceramente en lo que me dices porque está claro que no es tan bueno o no está tan bien como tú crees”. Y eso es ofensivo. No es recomendable quitarle importancia a su gesto de amabilidad. Dejemos que el otro exprese su agradecimiento tal como lo crea conveniente, ya que es su deseo. Si somos nosotros los que nos hemos visto beneficiados con un favor, un regalo, un halago… daremos las gracias sencillamente, sin aspavientos ni exageración. Quien dona o hace un favor no busca una recompensa y ya se da por pagado con haberlo hecho, ya tiene satisfacción en el acto de hacerlo. Y si es un asunto de su ego… ya no es una donación altruista o un favor desinteresado, sino una inversión. POR SI NO LO SABES El agradecimiento surge cuando una persona se siente en deuda con otra porque le ha producido algún bien, le ha prestado un servicio ó le ha hecho algún regalo. Las personas agradecidas se alegran por los bienes recibidos, los reconocen, y están dispuestas a corresponderlos en la medida de sus posibilidades, aunque solamente sean de un modo verbal. No se trata de devolver favor con favor, ni regalo con regalo, sino de sentir y expresar admiración y gratitud por las cualidades humanas de quienes nos honran con sus dones. Cada uno tiene siempre mucho que agradecer, y cuidar y valorar lo recibido es una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento. La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos que pueden recibir las personas en cualquier época y lugar del mundo. EL AGRADECIMIENTO Es bueno admitir que necesitamos a los demás. Es bueno reconocer las obras de los demás. Es bueno incluir en nuestro lenguaje y actitudes las expresiones de agradecimiento. Es bueno reconocer que muchas de las cosas buenas que tenemos se deben a lo que otras personas nos las han dado: amor, protección, cuidados, talento, conocimientos, etc. LA INGRATITUD La ingratitud es índice de soberbia y egoísmo, cuando no de mala fe. El ingrato se caracteriza porque ignora o pretende ignorar el bien que le hacen los demás. No le es nada fácil reconocer los méritos ajenos. Los favores que recibe, lejos de inspirarle agradecimiento, le inspiran rencor. La ingratitud puede provenir también de una especie de mediocridad espiritual. En este caso específico, aunque no hay mala fe, no deja de ser triste, porque produce desconsuelo en aquellos que se esmeran por hacernos el bien sin obtener nunca la más mínima voz de aliento, ni el más ínfimo signo de reconocimiento por nuestra parte. OBSTÁCULOS PARA EL AGRADECIMIENTO La vanidad impide a muchos reconocer el aporte que han hecho los demás para conseguir sus propios logros. No es buena la costumbre de encontrarle defectos a todo, porque lleva a menospreciar el esfuerzo o los méritos de un trabajo o acto bien hecho o en los que han puesto toda la buena voluntad. La envidia y el resentimiento hacen que se tomen mal las bondades recibidas de otros. La falta de humildad y de grandeza, hacen ver el agradecimiento como una muestra de debilidad, y eso es un error. ORACIÓN BUDISTA DE AGRADECIMIENTO Agradezco a aquellos que me han herido o me han dañado porque han reforzado mi determinación. Agradezco a aquellos que me han contradicho porque han profundizado mi conocimiento. Agradezco a quienes me han golpeado, porque se han reducido mis obstáculos kármicos. Agradezco a quienes me han abandonado, porque ellos me han enseñado a ser independiente. Agradezco a los que me han hecho tropezar, porque han fortalecido mi capacidad. Agradezco a los que me han denunciado, porque han aumentado mi sabiduría y concentración. Agradezco a quienes me han hecho firme y decidido, porque me han ayudado acercarme a mis logros. OTRA ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO (Louise L. Hay) En el fondo del centro de mi ser hay un pozo infinito de gratitud. Lleno mi corazón, mi cuerpo, mi mente, mi conciencia y todo mi ser con esta gratitud, que sale de mí en todas direcciones, llega a todo lo que hay en mi mundo y vuelve a mí en forma de más cosas por las que sentirme agradecida. Cuanta más gratitud siento, más consciente soy de que la provisión es infinita. Expresar gratitud me hace sentir bien, es como un agradable calorcillo en mi vida. Estoy agradecida por mí y por mi cuerpo. Agradezco mi capacidad de ver y oír, de sentir, saborear y tocar. Agradezco mi casa y cuido amorosamente de ella. Doy gracias por mis familiares y amigos y disfruto de su compañía. Agradezco mi trabajo y en todo momento le doy lo mejor de mí. Agradezco mis talentos y capacidades y los expreso constantemente de maneras que me satisfacen. Doy gracias por mis ingresos y sé que prospero adondequiera que vaya. Agradezco mis experiencias pasadas porque sé que forman parte del crecimiento de mi alma. Agradezco la naturaleza entera y respeto a todos los seres vivos. Doy gracias por el día de hoy y por todos los mañanas que han de venir. Siento gratitud por la Vida ahora y siempre. DESDE UN PUNTO DE VISTA ESPIRITUAL La gratitud es un contacto amoroso entre dos personas. No necesita de palabras –aunque siempre quedan bien- porque es más una conversación entre almas. Se comunican entre ellas el reconocimiento del acto que ha sucedido entre el beneficiario y el generoso. Se comprenden, saben que cada uno está en su experiencia personal, que necesitaban encontrarse en ese momento y en esas circunstancias –tal vez lo habían planeado así antes de encarnarse- y cada uno ha cumplido su parte: uno ofreciendo y el otro recibiendo. Es muy posible que en algún nivel sepan quién es el otro y qué les une y por eso las palabras son innecesarias. Hablar en uno de esos casos tal vez sea una intromisión en la experiencia. Si uno es presuntuoso por dar y el otro humillado y sumiso es que no se están haciendo bien las cosas. Ninguno de los dos es más ni es menos que el otro. El que da tiene que agradecer al que recibe que le haya permitido la oportunidad de ser generoso. El espíritu es grande y magnánimo, el alma es noble y bondadosa, el Ser Humano es solidario y caritativo. Humano y compasivo son sinónimos. Dar y agradecer es lo mismo. RESUMIENDO Ser agradecido es una hermosa actitud, tanto para el que recibe el agradecimiento como para uno mismo. Conviene serlo. Lo resume muy claramente el dicho: “el que no es agradecido no es bien nacido”. Francisco de Sales Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html
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MEDITACIONES CON LOS CUATRO ELEMENTOS MEDITACIÓN AGUA Gloria Maroto meditación guiada de 19 minutos Hola a todos. Esta es la primera de un bloque de cuatro meditaciones para pedir la materialización de nuestros deseos del Alma al Universo. Hoy: MEDITACIÓN AGUA Puedes acompañarla con un cuarzo azul o una fluorita sobre tu abdomen. Todo deseo del Alma es escuchado por Dios. Ten fe y confía. AQUÍ TIENES TODOS MIS VÍDEOS: https://www.youtube.com/channel/UCkWk... MI PÁGINA WEB: www.gloriamaroto.com FACEBOOK: https://www.facebook.com/gloria.marot...
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CÓMO VIVIR BIEN LA VIDAVIDEO:https://www.youtube.com/watch?v=gOLqRIs3jMEEn mi opinión, ni tú ni yo sabemos encaminar BIEN nuestra vida. Y bien que nos gustaría, porque, en teoría –sólo en teoría-, vivir es lo que hemos hecho hasta ahora, lo que hacemos en cada momento, y lo que tenemos previsto hacer… mientras podamos.Pero no es así.Analizadas racionalmente, y comparándolas con lo que podría llegar a ser cada una de las vidas, nos quedamos muy lejos o muy por debajo de las posibilidades que nos ofrecen.Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.Artículos de Francisco de Sales en: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?action...)instagram: https://www.instagram.com/franciscode...twitter: https://twitter.com/buscandomeweb1Visite mi web: www.(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)Web con poesías y relatos: www.franciscodesales.esCorreo electrónico: [email protected] desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí:(Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php?page=59Todos los videos publicados los tiene aquí:https://www.youtube.com/channel/UCUNE...
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CAPÍTULO 78 - YO CONTRA MÍ Este es el capítulo 78 de un total de 82 -que se irán publicando- en los que se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL. “Yo contra mí mismo ha sido siempre mi mayor lucha”. “Hubo un día que aprendí que mi único enemigo era yo mismo. Ese día fue cuando empecé a ganar todas las batallas”. “Soy mi peor enemigo y lo sé”. Cualquier Proceso de Desarrollo Personal está plagado de dificultades y contratiempos, de bajones profundos y de leves euforias. Generalmente aparecen más problemas y obstáculos de los deseados para avanzar en este Camino elegido, pero hemos de estar atentos especialmente a uno que suele pasar desapercibido, que no siempre hacer ruido ni es muy notable, pero va poniéndonos trabas, excusas, zancadillas, desánimos y otros impedimentos para que no nos desarrollemos con fluidez y continuidad. Este enemigo –a veces innegable por sus explosiones y mala cara, otras veces pasando inadvertido- es… uno mismo. Cuando uno se plantea su Proceso, con buena intención pero sin las ideas muy claras, pone fuera de sí las barreras y dificultades y se lo toma como una guerra en la que siempre tendrá a un enemigo enfrente y a la vista. Y no es así. Es habitual que uno mismo sea quien boicotee el Proceso que uno mismo ha puesto en marcha. No lo hace de un modo consciente, pero dentro de sí alberga enemigos desleales con la forma de una autoestima muy baja, de una guerra personal que viene de atrás por todos los “errores” que uno ha cometido, de una lamentable falta de Amor Propio, o de una dignidad débil y desorientada que no es capaz de imponerse. Hay una parte que sí es decidida y se encarga de dar ánimos, de fortalecer el buen propósito que se ha puesto en marcha, y hay otra parte que se encarga de las zancadillas. Sería interesante, antes de comenzar el Proceso, tener una conversación seria, profunda, amable y cariñosa, con uno mismo, con sus capacidades y su voluntad, con sus rabias y reproches, con su espiritualidad y sus deseos de Mejoramiento -también con la mente y el corazón- con el objeto de llegar a una alianza cuyo propósito sea llevar a buen término el Proyecto. Conviene explicarle a la mente que en algunos tramos de ese Camino tiene que mandar el corazón y a éste decirle que la mente no siempre se equivoca y a veces su opinión y su actuación es necesaria. Explicarle a la rabia, a los miedos, a los reproches y a los pequeños enemigos que nos habitan, que sus reivindicaciones serán tenidas en cuenta y que se eliminarán los motivos de su alteración y podrán quedarse en paz. Pedirle a la voluntad y la constancia que se esfuercen más que de costumbre porque se les va a necesitar al ciento por ciento de sus capacidades. Y a la intuición decirle que se manifieste cuando lo vea necesario, y a la Sabiduría Interna que es su momento de expresarse, y a la Espiritualidad que nos acompañe despierta y no nos deje en ningún momento, y a los Santos -o a quien nuestra fe nos proponga- pedirles expresamente su vigilancia, su orientación, su Luz. Se trata de que no haya obstáculos personales y que todos los yoes y todas las circunstancias remen en la misma dirección. Que sea un pacto indestructible y que todas las partes se impliquen en esta tarea que, sin duda, va a marcar el resto de la vida. Que todos tengan el convencimiento de que van a ser los directos beneficiados del Proceso y que sus esfuerzos y concesiones se verán recompensadas. LOS INCONVENIENTES La intromisión del ego en este asunto es un gran inconveniente. La sinceridad que se va a necesitar no va a ser de su agrado: no está acostumbrado. Tener que reconocer los “fallos” y “errores” propios es algo inaceptable para el ego. Nos tenemos que sobreponer a su pataleta y a su deseo de auto-engaño y de ocultar lo desagradable, y tenemos que reconocer y aceptar lo que aparezca, que es lo que somos en este momento, porque negar la realidad no la va a cambiar. Es necesario aceptar nuestra imperfección porque, precisamente, ella es el motivo de estar en el Proceso. Si queremos modificar la imperfección tenemos que empezar por aceptar previamente que hay una imperfección. Ese reconocimiento se puede hacer desde la sinceridad, desde el darse cuenta honrada y conscientemente, o puede hacerse desde la protesta del ego herido en su orgullo. En el primer caso, está bien, es sano, es el modo correcto; en ese caso no es necesario que algo de nosotros sea tratado aparte y con una calificación negativa porque somos tanto lo que nos enorgullece como lo que nos avergüenza. El Ser Humano es la suma de todos sus aspectos en todas sus facetas. Somos así de origen. El hecho de estar en un Proceso de Desarrollo Personal ya significa que estamos con una voluntad de Mejoramiento, pero conviene que sea un proceso natural, el proceso de perfeccionamiento inherente en cada especie. Hacer el Proceso desde el ego es seguir dándole protagonismo al ego. Hacerlo desde el ego es caer en la trampa que nos propone el ego. Es él quien dice “no me puedo permitir tener fallos”, “no puedo ser imperfecto”, por tanto es él quien aspira a ser brillante y si hace el trabajo por su cuenta no seremos nosotros los beneficiados sino él mismo. Es interesante domesticar al ego y lograr que toda su fuerza se ponga de nuestro lado y que sea un aliado en vez de un enemigo. Por eso conviene estar presidiendo todo el proceso conscientemente, para darse cuenta del origen. Es muy posible que nuestra voluntad no egóica aspire a la aceptación de una naturaleza personal que se puede ir puliendo, pero sin rechazo a lo que hay, haciéndolo desde el Amor Propio en un progreso que implique el reconocimiento inicial de lo que uno es –que puede ser una tarea muy dura para algunos-, un reconocimiento sincero de la actualidad; que uno se acepte con humildad y con agradecimiento por ese poco o mucho que es en este momento, y ante cualquier cosa que se descubra se aplique, inmediatamente y sin condiciones, el perdón. Perdonarse y darse las gracias. Uno es lo que es y ha llegado hasta aquí como ha podido. Y eso, sea poco o mucho, hay que reconocerlo. Por supuesto que el ego se va a oponer a que se haga así, desde la humildad y admitiendo lo que él llamará “errores”, “culpas” o “defectos”. Eso para él no ha de existir y si existe hay que esconderlo. Sólo puede asomar su parte reluciente. Para deshacer el ego lo que se puede hacer es fomentar lo que parece su opuesto natural: la humildad. En la humildad se contiene la nobleza, la sencillez, la flexibilidad, la grandeza, la dignidad… y no puede haber ingredientes más ilustres. Después de buscar y buscarnos, aunque lo estemos llamando con otro nombre, el día que comprendamos qué hay verdaderamente detrás del Proceso en el que nos hemos metido veremos que el motivo principal es la búsqueda de la Paz. Paz personal, mental, espiritual, o cualquiera otra, que se resumirán en estar en Paz consigo mismo. Eso nos llevará también a estar en paz con el resto de la humanidad. Buscamos la paz, buscamos la humildad, buscamos la sencillez. Quien inicie este Camino pensando en el brillo, en la sabiduría, en el reconocimiento o su encumbramiento, está equivocado. Está escuchando a su ego y no a Sí Mismo. YO CONTRA MÍ Esto no ha de convertirse en una lucha. Y menos aún en una lucha interior. Cualquier lucha exige que haya un vencedor y el hecho de que haya un vencedor conlleva que haya también un vencido. Así no se han de hacer las cosas. Son muy beneficiosas las conciliaciones, son fructíferos esos acuerdos en los que uno cede en algo a cambio de que otro ceda en algo. Es mejor que ambos queden más o menos bien que cuando uno queda muy bien y el otro muy mal. No hay que olvidar que somos tanto el que queda muy bien como el queda muy mal. No es correcto este modo de actuar. Hay que ser inteligente y llegar a entendimientos con las partes que intervienen en este Proceso, con todos los yoes, con los ángeles y demonios –simbólicos- que nos habitan. Es necesaria la reconciliación tras cada conflicto para volver a reunir y aplicar de nuevo todas las fuerzas en el mismo sentido. Y esta es una tarea que te conviene hacerla del modo correcto. Francisco de Sales Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html
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EL ACNÉ Y LAS ESPINILLAS Ella pensó que el acné la condenaba a quedarse en casa. El pensó que las espinillas le condenaban a quedarse en casa. Es lo que tiene la juventud: que magnifica el físico en detrimento de otras bellezas. Ella se puso unas gafas de sol de su madre -las que decía que eran demasiado grandes- y un pañuelo que le cubría casi toda la cara y salió a la calle. Él se armó de valor, desafió al mundo, y salió a la calle. Cada uno de ellos estaba tan ensimismado en su vergüenza que no se vieron y se chocaron. Las gafas de ella cayeron al suelo. Él se agachó a recogerlas. Cuando se incorporó y quedó frente a ella, el acné y las espinillas se comprendieron y ella y él sonrieron al mismo tiempo. Francisco de Sales (Más poesías en www.franciscodesales.es)
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CAPÍTULO 77 – LA SENCILLEZ – LA HUMILDAD Este es el capítulo 77 de un total de 82 -que se irán publicando- en los que se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL Y ESPIRITUAL. “La sencillez hace de una persona común una persona excepcional”. “En la sencillez está el secreto de lo verdaderamente grande”. “Sólo es grande en la vida quien sabe ser pequeño”. “Lo sabio es sencillo y claro”. “En carácter, en comportamiento, en estilo, en todas las cosas, la suprema excelencia es la sencillez". “Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja”. (Jean de la Bruyere) “La sencillez consiste en hacer el viaje por la vida sólo con el equipaje necesario”. (Charles Dugley Wamer) “No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad”. (León Tolstói) “Para todo lo bueno la sencillez es la clave”. LA SENCILLEZ ES LA CLARA MANIFESTACIÓN DE LA HUMILDAD La sencillez es una de las cualidades más difíciles de desarrollar, porque desde todas las partes nos invitan y animan a lo contrario. Parece ser que estamos en una sociedad donde tenemos que ser “algo”, puesto que nos miden en función de unos éxitos sociales y la competitividad está presente en cada acto; el hecho de no tener un sello que nos haga ser más o mejor en cualquier aspecto, nos condena al anonimato vulgar, a ser una parte poco válida de la masa. La sencillez es un asunto interno que luego se manifiesta en lo exterior. No es ser austero, tener o necesitar poco, ni ser cándido o ingenuo, sino que es un estado y un modo de ser y de mostrarse al que se llega por eliminación de las necesidades del ego, por la comprensión del sentido de la vida, por el descubrimiento de lo innecesarias que son de muchas de las cosas que parecen tan necesarias, por la comprensión de la interrelación con el resto de la humanidad, o por la muerte paulatina en uno de la soberbia, el orgullo, la vanidad, la presunción, la altivez y la insolencia. Ser sencillo no es fácil, requiere integridad, porque es Ser Uno Mismo en la esencia, sin dejarse afectar por nada. Ser sencillo es estar en contacto natural con la realidad interna. Ser sencillo es ser y mostrar lo que somos antes de añadirnos los abalorios y disfraces que nos exige la sociedad. Ser sencillo es haber encontrado un equilibrio tal que no se preocupa de seguir las apariencias. Ser sencillo es un modo de expresión sereno, sincero e inmaculado. Ser sencillo es un estado imperecedero que nunca llega a cansar, porque en él no hay que hacer ningún esfuerzo, sino, simplemente, SER. Lo más fácil es ser llamativo, espectacular, extravagante, ruidoso… sólo hace falta vestirse de cierta forma, llamar la atención, hablar y hablar, inventar, buscar los aplausos… pero todo ello es una invención, algo montado sobre una situación de mentira que en cualquier momento se puede desmoronar. Lo difícil es Ser Uno Mismo, sin adjetivos. Lo difícil es hacer y no protestar. Lo difícil es renunciar a los halagos, al brillo social; así que confundimos sencillo con mediocre, con gris, vulgar, pobre, ingenuo… pero ser sencillo es reconocer la inutilidad de la ostentación, de los adornos, y de lo artificioso. ¿QUÉ ES SER SENCILLO? Ser sencillo es ser… simplemente ser. Mostrarse sin esfuerzo y sin máscara. Llano y sin recovecos. Sin doblez ni engaño. La grandeza de un ser humano se manifiesta claramente en el respeto que tiene consigo mismo y la sencillez con que trata a sus semejantes. Es la naturalidad en su máxima pureza. Está lejos de cualquier fingimiento o actuación. El sencillo lo tiene todo porque no aspira a nada. ¿CÓMO SER SENCILLO? No pretendas aparentar lo que no eres. Admite tus errores con naturalidad. Sé accesible a los demás. Deshazte de tu ego. Reconoce tus límites. Usa el modo más llano de hacer o decir las cosas. Sé siempre sincero. Siempre. Mantén tu alma limpia. Que tu generosidad nunca espere una recompensa. Sé humilde. Deja de juzgar a las personas. Cada uno es como es. Elimina todo lo superfluo. Vacía tu mochila. La sencillez se demuestra en el respeto a los otros. SI ERES SENCILLO, ERES EXTRAORDINARIO La sencillez habita en lo pequeño, en lo humilde. La sencillez es una virtud que permite a la persona ser accesible y mostrarse dispuesta a establecer relación, de igual a igual, con el otro. Es lo natural, lo fácil, lo comprensible, lo que puede llegar a todos sin oscuros obstáculos: es la dulzura, lo simple y la sabiduría. Las personas que representan la sencillez están libres de pensamientos extenuantes, complicados y extraños. En la sencillez hay altruismo. El que personifica esa virtud generalmente está libre de los deseos materiales que distraen el intelecto haciéndolo divagar hacia territorios inútiles. Sencillez es ser el niño inocente y el maestro sabio. En su simplicidad se asienta una forma de pensar elevada. Si uno reflexiona acerca de las personas que considera elevadas, de los maestros verdaderos, de las persona ejemplares, observará algo que es común en todos ellos: su sencillez. RESUMIENDO En la naturalidad está lo correcto. En ser y mostrarse como uno es, y no como le han dicho que tiene que aparentar. El que ya sabe quién es no tiene que hacer ruido para que se le note. Francisco de Sales Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí: (Palabra Censurada, está prohibido el SPAM)index.php/board,88.0.html
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TESTAMENTO Quisiera morir dulcemente en unos brazos de algodón; despedirme de la vida oyendo Nessun dorma; besar a cada amigo que también es mi hijo, a cada desconocido que también es mi hermano; llorar un llanto compungido que agotara mis últimas lágrimas; añorar a mi madre, perdonar a mi padre; escribir una carta anónima liberando mis secretos prisioneros; acariciar a una joven, mirar a un niño; reconocerme en las fotos que cuentan mis vidas; releer las poesías que escribí y entristecerme por las que no escribí; repartir mi corazón y su amor, sonreír a todos; dejar una huella amable de mi paso efímero, y... lamentarme por lo poco que amé de todo cuanto pude haber amado. Este es mi testamento. Un poco vacío, como casi todos. Sólo lleno de añoranzas y arrepentimientos. Es mi última lágrima. Mi adiós de papel. Francisco de Sales (Más poesías en www.franciscodesales.es)