Building 429
Space in Between Us
Género: Pop Rock Alternativo
Entra bien el Space In Between Us de Building 429. Tiene todos los elementos para gustar a los que disfrutamos con Vonray, Jeremy Camp, Vertical Horizon y, sobre todo, con esa increíble banda que fue Strange Celebrity, con la que Building 429 comparte discográfica (Word, una subdivisión de Warner) y un tono musical muy parecido, inspirado en el oscuro aire espiritual y vagamente cristiano de Lifehouse.
Si Strange Celebrity nos sorprendió en su día fue por la notable aportación de Danny Wilde (The Rembrandts) a la producción, dotando de punteos y melodías a unas canciones que necesitaban ese tipo de luz. Por eso, al poner a Building 429 oirás muchos elementos conocidos y, a la vez, un notable (y lógico) progreso sobre las bases heredadas. Lo mejor que tienen estos tipos es que suenan realmente bien, obviamente por contar con una producción impoluta, pero también porque han continuado mejorando el giro melódico de Strange Celebrity, hasta el punto de incorporar piano acústico en varios temas –entre ellos, dos baladas– y grabar un tema que prácticamente parece un homenaje al AOR clásico.
El disco empieza con Glory Defined, el single con el que salieron al ruedo este verano en EEUU. Qué decir de ella… Es un medio tiempo de esos que empiezan con una introducción de guitarras pesadas a las que ya estamos acostumbrados (¿alguien dijo Free de Strange Celebrity?), seguido de estrofas de base acústica y teclado que dan paso a uno de esos estribillos rompedores que no tienen nada que ver con la estrofa precedente (herencia de Live). Eso sí, el estribillo es puro disfrute para los amantes de una melodía bien arropada por una generosa pared de guitarras, un poco como lo que hace Switchfoot, otro grupo cristiano de notable éxito en EEUU. El tema en si no resulta muy original y está concebido para las radios: a los “convertidos” al modern rock nos parecerá una buena canción, al resto probablemente no les diga nada.
Above It All no te la esperas. Se trata de otro medio tiempo, pero esta vez construido alrededor de guitarras acústicas, percusión tropical y un piano de fondo apenas perceptible que sin embargo da al tema un espesor increíble. Puede recordar a algún tema de Dakona, pero cuando aparecen violines a partir del estribillo y un cierto guitarreo sutil, te das cuenta de lo preciosa que es la melodía general. Simplemente irresistible y mucho más original que la anterior. The Space In Between Us da título al disco y se trata de un tema tranquilo sobre la distancia entre Dios y el hombre. Arranca en plan balada con guitarra acústica y toques eléctricos de fondo, con un puente que sirve de elegante transición al estribillo, el cual coge el ritmo exclusivamente de la voz del cantante Jason Ray cuando dice “All I really want to do is to fall into / the emptiness that is / the space in-between us / to break this division”, una emotiva frase que se convierte en leit-motiv de un tema tan bien conjuntado como disfrutable.
One Time Too Many de nuevo nos recuerda a Strange Celebrity y su tema Ruin. Empieza con un riff pesado al que le han aminorado la distorsión y que se repite en el estribillo haciendo de contratiempo. De nuevo, una canción bien ejecutada en sus estrofas melodizadas y puentes pre-estribillo. La quinta pista, Back To Me, empieza como el Last Time de Fuel, pero resulta mucho más melódica y menos agresiva. Acelera un poco el ritmo con respecto al inicio del disco y la verdad es que está tan bien construida, con un doble puente que precede al estribillo, melodías de fondo muy oportunas e incluso un solo de guitarra preciso y diverso que arropa la lírica línea que conceptualiza la canción: “when you call, just close your eyes and know that / this twisted road eventually, is gonna lead you back to Me”.
El inicio de Shadow Of Angels recuerda a Vonray y sería la típica canción tranquila para finalizar un disco o para los créditos de una película. El uso de violines aquí resulta muy convincente, pero el formato de los temas ya empieza a cantearse un poco. Aunque justo antes de que llegue el desencanto (es un disco que, admitámoslo, requiere poca participación del oyente) nos llega No One Else Knows, una soberbia balada a piano que recuerda a Five For Fighting, y en la que el cantante está soberbio, sobre todo cuando saca el falsete para entonar “when no one else knows how I feel / your love for me is proven real”. Y es que él solito dirige el tema, como hacía Harry Hess (Harem Scarem) en In My State Of Mind. A partir de la segunda estrofa entran violines y un poco más tarde, batería y ligeros toques de guitarra eléctrica de fondo.
Never Look Away es lo mismo de siempre (estrofa, excelente puente y estribillo en dos largas frases con final feliz), pero resulta refrescante y está cantada y coreada con ganas y profesionalidad, incluso con punteo de fondo al final. Y nueva sorpresa: Angeline, un tema AOR sobre una chica que debe descubrir que su valía no está en su ropa ni en su popularidad. Lleno de subrayados de guitarra intermitentes, el doble puente explota en un estribillo cañero con una melodía parecida al The Geeks Get The Girls del último American Hi-Fi. Show Me Love se deja oir, pero ciertamente no exhibe nada especialmente reseñable más allá de las aproximaciones de guitarra a lo Nickelback del puente pre-estribillo.
Para concluir el cd, Building 429 nos ofrece dos temas opuestos. You Are Loved, de ritmo acelerado, puente guitarreado, excelente melodía en su estribillo a lo The Calling y un intenso final (“you’re a father to the fatherless / a hero to the heroless / a savior for anyone who’s wanting / who’s needing...”). Y Spirit Lives On, una balada que empieza un poco como Dakona pero en la que se intuye va a acabar en final apoteósico… y así es a partir de su tercer minuto, en que empieza un sereno y largo punteo que pronto se junta con otro equipo de guitarras y melodías vocales.
En definitiva, un disco agradable y de fácil consumo que se disfruta por la consistencia de todos los temas –incluso los más tranquilos–, siempre llenos de puentes, melodías, ganchos y la presencia de su cantante, Jason Roy, de voz conocida pero igualmente efectiva. Por último, apuntar que el componente cristiano puede ser un lastre para algún oyente (en Shadow Of Angels, de hecho, queda un tanto cursilón), pero la mayoría de las veces resulta emotivo y poético.
Fuente : mundorock.org
1. Glory Defined
2. Above It All
3. The Space In Between Us
4. One Time Too Many
5. Back To Me
6. Shadow Of Angels
7. No One Else Knows
8. Never Look Away
9. Angeline
10. Shoe Me Love
11. You Are Loved
12. Spirit Lives On
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