Género : Ciencia Ficción En Busca de la felicidad Esta noche la contemplé en la ventana, muy inquieta y confundida, entraba y salía de su hogar. Recordé el año 2050 cuando adquiría estos mismos comportamientos. Decidí visitarla. La noche se encontraba fría y solitaria, el cielo sereno, sin ninguna vida móvil. Llamé a la puerta. Enseguida abrió. —Buenas noche vecino— exclamó—. Pase por favor. Entré en su desconocida vivienda, aquel lugar era un autentico laboratorio científico. Permanecía todo ordenado, las máquinas radiactivas en el centro de la sala, los generadores en un costado derecho y una considerable cantidad de cables a la izquierda. Mientras configuraba sus instrumentos, dialogaba en voz baja. Enseguida habló claro. — ¿Habías escuchado hablar de mi antes? —Sí, mucho— dije— Delante de ella una enorme máquina. Analicé un mueble, grandes galardones con un acabado fino. Eran los mismos entregados el año 2025 cuando Cynthia John Obtuvo el premio nobel de Ciencias Física y el reconocimiento Europeo de mejor astrónomo. En aquel instante medité en el inconcebible intelecto y capacidad que poseía. Me causo curiosidad esta situación. Pregunte. — ¿Por qué esta sala Cynthia? — —Busco mi felicidad — — ¿No eres feliz? Ocurrió un silencio. Continúo con sus labores eruditas. En su escritorio una excesiva cantidad de papeles digitales, con complejos cálculos matemáticos. En el corazón superior del laboratorio, un aparato en construcción con aspecto futurista, emitía un fuerte olor a pólvora. Comprendí que debía dejarla pensar. En mi interior agradecía que me haya dejado examinar. —Adiós Cynthia—Murmure— — ¡Chao amigo! — Antes que saliera de la habitación, escuché una leve voz. —Mi prosperidad pronto la encontrare— —Amen—grite Volví a mi hogar sin entender sus inventos y mensajes. El suceso fue idéntico a la noche del año 2050. Al día siguiente. Me dirigí a la cocina, en la entrada, por debajo de la puerta, una carta cuyo emisor era Cynthia John. El mensaje digital decía: “En el futuro encontré mi felicidad”. Inmediatamente, comprendí la confección de aquella máquina, sus brillantes cálculos y el perfecto orden. Regresé a su hogar. Tenía la puerta abierta, un clima temperado y desierto. No estaba Cynthia, pero estaba la máquina de anoche totalmente construida con un grandioso afiche que decía: “Máquina del tiempo”. Hoy comprendí que Cynthia John buscaba su dicha desde el año 2050 y que hoy por fin encontró su felicidad. Relato de Marc Lifter. Año 2060. Apreciaría críticas constructivas, tengo 16 años y me gustaría seguir mejorando. Saludos.