Pasa-porte

[morgansmo]

Pasa-porte

A mi por deporte, me gusta encontrarte en la Ave.nida.nido, calcular la suma de tus pasos y los míos, que propiamente, pasos, así de esos que empiezan desde la inquietud misma de acercarnos o de huirnos, pasos de avanzada o de retirada, de esos precisamente no son.. mas bien pasos de baile, en donde tu te extrañas por haber usado una sonrisa para pedirme un poco de hielo y yo te envuelvo como si fueras de chocolate solo para respirar ese leve sudor de tu cuello y de tu espalda, bosquejo, te contamino con esta inquietud de poseerte y de alejarte, te menciono al oído el odio por el cual te pertenezco, sirvo en un vaso la mezcla mientras me acaricias el perímetro de la zona púbica sin que nadie se de cuenta, a esos pasos me refiero.

 

He sabido..

 

“entrar” como dicen, en esa pequeña habitación a la que llamo presente.. cometer crímenes, el primero es olvidar tu nombre y no reconocerte..

 

Es

--Ca

-----Le

-------Ra

 

He de apuñalarte con letras erradas mientras te subo y te bajo

Has de quitarme, el puñal mientras te recorro

Me regalas un cerebro incluso más pequeño y mi corazón, -lo ves-

Me dices –ya no late con la misma frecuencia-

Tu vas, con el disfraz de pétalo en el aire, flotando

Consumiéndote

Antes de caer, porque debes caer…

Sabes caer

A manera de cascada o de simple disciplina, “lluvia”

Puedo escuchar los garabatos de quien reclama una dosis

De tu cuerpo, limpio sucio y hasta pegajoso

habré de decir mas que tentáculos

Te expandes, brotas como barro de mi costilla

¡Herida!

Y como barro te reconstruyes y me dices –vete-

 

Me voy y dejo mi sustancia, en tu abdomen y en tu boca

En el confort suave que guardas en el baño de visitas

Mientras te examinas con los dedos y miras el maquillaje de este techo

No es tuyo, pétalo, no mientras camines por la acera de tu frente

O te sirva ese tenedor para afilarte las uñas

Mientes, no porque es más fácil o difícil

Mientes

Lloras como el viento y bebes cada hoguera que te escupo

Bebes como agua no cristalina y de borde, cada llama de mi sombra

No me sabes presente, latente y perpendicular, a dos pasos de tu esquina

Y yo cometo crímenes

Gemir con otro color, en la misma almohada

Con las ganas de la muerte, aquí en el pecho

 

Nunca he sabido renunciar a tu renuncia

Tienes esa costumbre de fornicar con la almohada en el rostro

Bella y no quieta, bebes en la oscuridad toda sustancia

Ya no me perteneces

Es por esa razón, que duermo al lado tuyo

No contigo

Y mis hijos no cantan, no saludan, no caminan

 

Antonio el Hipotálamo