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En la noche escuché el sonido de la madera hueca y pude ver que la muñeca se mecía en su silla.

Corría el año de 1988, una nueva muñeca había salido al mercado con el nombre de “Baby Laugh a-lot” Su función principal era producir risas si presionaban el botón de su pecho. Mientras reía, se mecía en su silla y no paraba de reír…

En ese año era una novedad ver a una muñeca hacer ese tipo de acciones tan naturales. Yo era una niña llena de caprichos, en cuanto vi el comercial, corrí con mi madre para pedirle que me la comprara, sin embargo, siempre vivimos en la humildad. Ahora me siento agradecida por no haber tenido tanto dinero…

 

Muchas amigas mías me presumieron que sus padres les comprarían la muñeca, las miraba con envidia mientras fingía alegría por ellas. Y así fue, mis amigas consiguieron la muñeca y llegaron a mostrármela aún en sus empaques, les pedí que jugáramos con ella, pero se mostraron egoístas y negaron mi petición.

 

Lo siguiente no lo recuerdo con claridad… era solo una niña y no puedo explicar todo lo que sucedió… pero sé que fue la tarde del 14 de marzo. Noté que el comercial de la muñeca ya no se transmitía en televisión.

 

Emma, una de mis amigas, cayó enferma gravemente, mi madre me dijo que tenía gripe, pero por la ventana de mi habitación veía llegar numerosos automóviles y hombres vestidos con bata saliendo de ellos. Yo sabía que no era una simple gripe, pero nadie quería contarme la verdad.

 

Poco después me enteré que había caído en un trance esquizofrénico en el que no podía dejar de reír a carcajadas, sus padres estaban aterrorizados, totalmente desesperados para encontrar una explicación. Pero la situación comenzó a empeorar, Emma expulsaba sangre de su nariz y oídos.

 

Tuve la oportunidad de visitarla y quede sorprendida de lo que vi… ¡Estaba casi muerta! No parecía una niña de 10 años, ¡era una pequeña anciana atada a todo tipo de artefactos médicos! Miré su habitación y encontré la muñeca en su mesita de noche, parecía que la observaba atentamente… observaba los delirios y risas repentinas que Emma sufría.

 

Una semana después, vi llegar un largo automóvil negro a la casa de Emma, mi mamá dijo que Emma no regresaría del viaje.

Después fue Rose, comenzó con delirios, gritaba en las noches que la muñeca quería llevársela, después comenzaba a reír azotando su cabeza en la pared dejando manchas de sangre imposibles de limpiar. También pude visitarla, su frente estaba cicatrizando y aunque sus padres habían pintado la pared, aún podía ver las tenues manchas de sangre. Y de igual manera, sentí la mirada de la muñeca.

 

No supe más de Rose, su madre la llevó a casa de sus abuelos, sé que encontró el mismo final que Emma. Pero antes de irse, dejó a la muñeca en la puerta de mi casa, mi madre la tomó y la guardó arriba del closet de mi habitación.

 

En la noche escuché el sonido de la madera hueca y pude ver que la muñeca se mecía en su silla. Salte de mi cama y del susto caí por las escaleras, terminé en un hospital por la fractura de mi brazo izquierdo y heridas leves en mi cuello. Le grité a mi madre que no quería la muñeca, le ordené que la quemara pero se negó. Al llegar a mi casa, tomé el alcohol etílico y el encendedor de la cocina, patee la muñeca, la cubrí totalmente y la vi arder frente a mí. Podía escuchar cómo se reía mientras su cara se calcinaba poco a poco… No dejé de escuchar esa risa por 4 largos años, 4 años de terapia psicológica.

 

Hace poco volví a ver el comercial de la muñeca en internet y no pude evitar llorar del terror.

 

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En la noche escuché el sonido de la madera hueca y pude ver que la muñeca se mecía en su silla.

Corría el año de 1988, una nueva muñeca había salido al mercado con el nombre de “Baby Laugh a-lot” Su función principal era producir risas si presionaban el botón de su pecho. Mientras reía, se mecía en su silla y no paraba de reír…

En ese año era una novedad ver a una muñeca hacer ese tipo de acciones tan naturales. Yo era una niña llena de caprichos, en cuanto vi el comercial, corrí con mi madre para pedirle que me la comprara, sin embargo, siempre vivimos en la humildad. Ahora me siento agradecida por no haber tenido tanto dinero…

 

Muchas amigas mías me presumieron que sus padres les comprarían la muñeca, las miraba con envidia mientras fingía alegría por ellas. Y así fue, mis amigas consiguieron la muñeca y llegaron a mostrármela aún en sus empaques, les pedí que jugáramos con ella, pero se mostraron egoístas y negaron mi petición.

 

Lo siguiente no lo recuerdo con claridad… era solo una niña y no puedo explicar todo lo que sucedió… pero sé que fue la tarde del 14 de marzo. Noté que el comercial de la muñeca ya no se transmitía en televisión.

 

Emma, una de mis amigas, cayó enferma gravemente, mi madre me dijo que tenía gripe, pero por la ventana de mi habitación veía llegar numerosos automóviles y hombres vestidos con bata saliendo de ellos. Yo sabía que no era una simple gripe, pero nadie quería contarme la verdad.

 

Poco después me enteré que había caído en un trance esquizofrénico en el que no podía dejar de reír a carcajadas, sus padres estaban aterrorizados, totalmente desesperados para encontrar una explicación. Pero la situación comenzó a empeorar, Emma expulsaba sangre de su nariz y oídos.

 

Tuve la oportunidad de visitarla y quede sorprendida de lo que vi… ¡Estaba casi muerta! No parecía una niña de 10 años, ¡era una pequeña anciana atada a todo tipo de artefactos médicos! Miré su habitación y encontré la muñeca en su mesita de noche, parecía que la observaba atentamente… observaba los delirios y risas repentinas que Emma sufría.

 

Una semana después, vi llegar un largo automóvil negro a la casa de Emma, mi mamá dijo que Emma no regresaría del viaje.

Después fue Rose, comenzó con delirios, gritaba en las noches que la muñeca quería llevársela, después comenzaba a reír azotando su cabeza en la pared dejando manchas de sangre imposibles de limpiar. También pude visitarla, su frente estaba cicatrizando y aunque sus padres habían pintado la pared, aún podía ver las tenues manchas de sangre. Y de igual manera, sentí la mirada de la muñeca.

 

No supe más de Rose, su madre la llevó a casa de sus abuelos, sé que encontró el mismo final que Emma. Pero antes de irse, dejó a la muñeca en la puerta de mi casa, mi madre la tomó y la guardó arriba del closet de mi habitación.

 

En la noche escuché el sonido de la madera hueca y pude ver que la muñeca se mecía en su silla. Salte de mi cama y del susto caí por las escaleras, terminé en un hospital por la fractura de mi brazo izquierdo y heridas leves en mi cuello. Le grité a mi madre que no quería la muñeca, le ordené que la quemara pero se negó. Al llegar a mi casa, tomé el alcohol etílico y el encendedor de la cocina, patee la muñeca, la cubrí totalmente y la vi arder frente a mí. Podía escuchar cómo se reía mientras su cara se calcinaba poco a poco… No dejé de escuchar esa risa por 4 largos años, 4 años de terapia psicológica.

 

Hace poco volví a ver el comercial de la muñeca en internet y no pude evitar llorar del terror.

 

 

 

Biem cuatico el tema!! ademas de qe es totalmente insoportable la risa de la muñeca ¬¬!!

 

nunca me gustaron esas weas

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17 Objetos de los cuales soy prisionero capitulo 4: El pasadizo de la muerte.

 

 

 

Mi padre me dijo que qué ya era lo bastante grande como para trabajar, me dijo que le ayudaría en la zapatería que quedaba cerca de casa.

 

Llegamos a la zapatería y me dijo que les pusiera pegamento a unas pieles, yo accedí aunque en realidad no sabia como hacerlo, un rato después de haberles puesto pegamento a muchas pieles escuche en mi cabeza:

 

“Sal de ahí tengo que decirte algo”

 

Ya no era la misma voz aguda que siempre me hablaba, ahora se escuchaba como la de un adolescente de unos 15 años, yo le dije:

 

-¿Quién eres?-

 

Y el respondió:

 

“Soy yo ¿no me recuerdas?”

 

-¿Pero porque hablas así?-

 

“Escucha, no siempre he tenido la edad de cuando me conociste… de hecho morí a los 17 años”

 

-Entonces, ¿Para que me necesitas?

 

“Ha llegado la hora de tu cuarta prueba”

 

De pronto llegó la cuarta parte del acertijo a mi mente:

 

“Descubre como es que tomé a mi victima.”

 

“El cuarto objeto está en el taller de zapato en el que trabajas”

 

-Pero no puedo buscarlo, hay demasiada gente-

 

“No te preocupes, lo encontrarás”

 

Entré al taller con el fin de encontrar ese objeto, muy disimuladamente lo buscaba entre gavetas y levantando objetos pensando que esta vez iba a ser común como en las anteriores veces no había sido.

 

De pronto tropecé cuando nadie me veía, voltee y observé una puerta en el piso, la abrí dándome cuenta de que estaba bloqueada con ladrillos como si quisieran esconder algo, intenté abrirlo dándole patadas pero fue imposible, salí de ahí muy descontento porque posiblemente ahí estaba el objeto.

 

Era el momento de salir de trabajar, en realidad no hice mucho en todo el día pero teniendo esta edad me canse muchísimo, en cuanto llegamos a casa me acosté a dormir y entonces soñé algo realmente extraño, era la mujer del vestido de plumas, en mi sueño era un ángel con unas hermosas alas que sobrevolaba los cielos ella me hablaba y me decía

 

“No puedes terminar antes lo que tiene que llevarse su tiempo, algún día sabrás mi historia pero no será en esta vida, será cuando nuestro creador lo quiera y necesite”

 

Enseguida vi la puerta abierta del pasadizo que había visto antes.

Me levanté y fui directamente al taller de zapato el cual extrañamente estaba abierto, entré y el dueño estaba sentado en una silla con un cuchillo en la mano y un desarmador ensangrentado en la otra, yo le pregunté:

 

-¿Qué hace aquí tan tarde señor?-

 

“¡No!, que haces tu aquí tan tarde –respondió- no deberías de estar aquí muchachito tus padres lloraran por ti cuando encuentren tu cadáver en el rio”

 

-Creo que ya es tiempo de que me vaya –

Respondí asustado.

 

“Así es niño… ¡¡¡Pero al infierno!!!”

 

De pronto se levantó y me atacó con el cuchillo pero por suerte yo lo esquivé y él le pegó a la mesa lo cual hizo que se le cayera en la cabeza una maquina que tenían en una estantería ya que estaba rota y le partió el cráneo.

 

Yo estaba aterrado pero no grité ya que sabia que me descubrirían y si me descubrían no podría obtener el objeto y si no podía obtener el objeto ese niño me mataría, así que continué con mi camino y abrí el pasadizo secreto y para mi sorpresa ya no estaba bloqueado.

 

Mientras bajaba esas escaleras me iba llegando un olor a putrefacción era terrible como si hubieran perros muertos o algo así, cuando baje observe muchísimas bolsas negras amontonadas, entonces vi una cuerda tirada en el piso y recordando la parte del poema la tomé pensando que era el objeto pero cuando la jalé algo se activó y cuatro de las bolsas se levantaron.

 

En ellas estaba escrito algo en el siguiente orden:

1ra: Claro de luna.

2da: Requiem

3ra: El lago de los cisnes

4ta: prkla sot

Y un texto en la pared de atrás escrito en arratrasco que decía:

 

“Solam ak tore, selt soy maron aktum, relatib adoratore colast adorátuk traks lotarum, ratoke lipa terr.

 

Korum sap lati gani taru dek sate solek”

 

Que al español diría:

 

“Solo aquellos que tengan bastante gusto en música y que recuerden los viejos tiempos tendrán oportunidad.

 

¿Quién es el genio detrás de estas canciones?”

 

En la primera de ellas escribí obviamente Beethoven, en la segunda obviamente una vez más Mozart, en la tercera Tchaikovski y me puse a recordar si alguna vez había escuchado nombre tan extraño de la cuarta.

 

¿Prkla sot? ¿Qué es eso? Yo solamente daba vueltas mientras trataba de recordar y fue cuando vi un interruptor, lo puse en encendido y se prendió una luz detrás de las cuatro bolsas suspendidas y vi que lo que parecían cuerpos humanos formaban cuatro letras: ZACK (quien los haya puesto ahí lo hizo minuciosamente) así que puse ese nombre en la cuarta bolsa y una pequeña cuerda bajó de un compartimento que había en el techo, la tomé y cuando me disponía a salir de ese lugar noté que algo se movía dentro de la pila de bolsas, se empezaron a romper y observe que de ella salían unas cosas terribles eran como humanos pero tenían agujas enterradas en todo el cuerpo y producían un chillido terrible eran muy lentos pero tenían unos enormes brazos los cuales no terminaban en dedos si no en unos enormes mazos que impactaban contra el piso a medida que avanzaban.

 

Yo aterrado intente salir de ese lugar pero me di cuenta de que el pasadizo una vez más estaba sellado así que en vez de luchar me quede ahí esperando mi muerte.

 

 

 

 

17 objetos de los cuales soy prisionero capitulo 5: fechorías

 

 

 

Esas cosas venían a mí con sus enormes brazos estirados dejando ver los mazos que estaban en su base, yo solo pensaba en que por una parte me liberarían pero por otra parte moriría y ya no volvería a ver el mundo otra vez, la verdad a mi no me importaban mis padres nunca fueron importantes para mi lo único que me importaba era jugar y esos preciosos paisajes de la mañana en ese lugar, mi amigo kyle y resolver el misterio que rodeaban estos 17 objetos.

 

Llegaron por fin a mí y uno de ellos levantó su horrible y deformado brazo, mientras veía todo esto desde que esas bestias se levantaron hasta que levantó el brazo escribía la ultima parte de mi vida los últimos momentos de mi existencia…

 

El brazo del monstruo me golpeo en la cara varias veces mientras sentía el dolor más terrible de mi vida, recuerdo que sentía que mi cabeza se abriría de tantos golpes hasta que sucedió:

 

“Son unos malditos” Escuche y voltee la mirada hasta quedar cegado una luz muy radiante era demasiado fuerte.

 

Desperté en el bosque, ya era de día unas manos flotaban frente a mí y entraron a mi una vez más creo que ya me había acostumbrado terminó así que me levanté rápidamente y me toqué la cara y descubrí que estaba sangrando:

 

“¿Te hicieron mucho daño?”

 

Me preguntó la mujer del vestido de plumas.

 

-Un poco- le contesté

 

-Pero… gracias por salvarme, es usted muy buena-

 

“Háblame de tú por favor, me siento vieja si me hablas de usted”

 

-Está bien pero dime ¿Cómo te llamas?-

 

“Me llamo Gabrielle tal vez me conoces solo te diré mi nombre, algún día sabrás mi historia pero no será en esta vida, será cuando nuestro creador lo quiera y necesite… ¿viste las criaturas que te atacaron? No son las únicas habrá muchas más en tu búsqueda-

 

-Ya me tengo que ir es demasiado tarde, tal vez luego conversemos con más tranquilidad-

 

“Está bien nos veremos luego”

 

-Una vez más, muchísimas gracias-

 

Al llegar a casa me encontré con kyle el cual me dijo:

 

“¿Donde estabas? ¿Supiste que asesinaron al dueño del lugar donde trabajas?

 

-De hecho… No, pues no lo sabía-

 

“Pues vamos a ver, se están llevando su cadáver, eso me encanta ¿Sabias que quiero ser medico forense?”

 

-Quisiera ir pero ya me tengo que ir a mi casa lo siento, adiós-

 

“Está bien.”

 

Así que continué hacia mi casa cuando de pronto escuché otra vez una voz:

 

“Ya es hora de tu próxima prueba”

 

(“Descubre las fechorías que hablé”)La quinta parte del acertijo llegó a mi mente.

 

-Y ahora a donde voy a buscarlo-

 

“El próximo objeto se encuentra en la vieja fabrica abandonada rakzot, recuerdo que mi tío trabajaba ahí, pero… si vas a ir necesitas un arma no siempre va a estar esa bruja de Gabrielle para protegerte”

 

Tomé la pistola que tenía mi padre, también la linterna y el cuchillo y partí a la vieja fabrica rakzot donde se encontraba el quinto objeto.

 

Llegué y lo primero que observé fue que estaba la puerta abierta así que entré y exploré por todo el lugar hasta encontrar solamente un hacha que me sirvió para abrir una puerta que tenia la cerradura rota, dentro de este lugar se encontraba el cuerpo del hombre que había muerto por mi culpa, yo que ya me había acostumbrado a lo terrorífico lo observe sin remordimientos, entonces una luz se encendió y se apagó rápidamente dejándome ver algo que brillaba, observé un interruptor así que lo presioné y alcancé a leer:

 

“Solam teka tiru tris”

 

Que en español diría

 

“solo tienes tres intentos”

 

Así que me concentré bien en donde estaban las demás letras que según yo si estaban en español,

 

Lo encendí una vez y duró un segundo encendido alcance a leer:

 

El hombre que lo creó, no lo quiere.

 

Lo encendí por segunda vez duró 2 segundos y alcance a leer:

 

El que hombre que lo compró, no lo necesita.

 

Lo encendí otra vez y duró 3 segundos y alcance a leer:

 

El hombre que lo necesita, no lo sabe.

 

Lo intenté encender de nuevo y para mi sorpresa encendió pero con una desagradable sorpresa leí arriba de mí que decía:

 

´”Grita tu respuesta las criaturas alrededor de ti despertarán en 4 segundos expuestos a la luz.”

 

Pensé un momento y grité:

 

-¡¡¡ATAUD!!!-

 

Un ataúd que estaba detrás de mi salió y el dueño de la zapatería entró en el (no por sus propios medios obviamente) y las criaturas comenzaron a salir de las bolsas en las que estaban así que saque la pistola y empecé a dispararles salí de ese lugar y me pregunté:

 

-¿Qué fue eso, donde está el objeto?-

 

 

Y como si hubieran leído mis pensamientos, el objeto que era una lengua de cristal cayó en mis manos y así salí de ese lugar.

 

“Creo que mereces un descanso” me dijo el niño mientras yo estaba exhausto.

 

“Cuando se calmen las criaturas podrás continuar con tu búsqueda”

 

-Está bien… Gracias creo...

 

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La vecina

 

 

Recuerdo a mi vecino como alguien un poco extravagante en su forma de actuar, vestirse y relacionarse con los demás. Siempre vestía de negro, y una piel tan blanca solo podía ser de muerto; mas eso no es lo más importante. Él tenía la mala costumbre de nunca notar a los demás, por lo que mi relación con su hija nunca generó problemas entre nosotros, o por lo menos fue así por un tiempo.

Su hija era la luz de mis ojos, era de una piel suave aunque un poco más pálida de lo habitual, con un cabello negro y liso el cual podía admirar por horas, unos labios delgados y unos penetrantes ojos pardos, pero muchas veces muy negros por la noche. Me encantaba todo de ella, el hecho de que nunca se tornara frívola como las otras chicas, o que siempre en su presencia, me sentía en paz, como hipnotizado por su persona. El hecho de que solo yo la hacia reír me hacía sentir importante, y el que los dos fuéramos "del lado oscuro de la fuerza" como ella le gustaba bromear hiciera que nuestros intereses siempre concordaran para la mayoría de las cosas.

Un día en mis habituales visitas a su casa su padre me miró fijamente, como advirtiéndome lo que los padres les advierten a los que andan con sus hijas cuando llegan a cierta edad, lo cual me pareció perfectamente normal en un primer momento, pero luego me sentí algo extraño, como si tratara de decirme algo que nunca había escuchado, parecía mas una advertencia grande que simple cuidado paternal.

Ella nunca hablaba de él, o de su madre a quien solo había visto de lejos ya que nunca conocía su familia oficialmente. Eso me parecía perfecto, solo me importaba ella, no sus parientes... craso error. Esa noche en su gótico cuarto ella me reveló que era adoptada y que sus padres habían muerto cuando ella era una niña. Nunca fui un buen consolador... solo la bese y le dije que era algo tarde, que si no le importaba que me quedara en su casa porque la mía quedaba en un logar peligroso a estas horas de la noche. Ella me miro con una cara de morbo y me dijo:

 

"¿Y en que cama planeas dormir?"

 

Siguiéndole el juego, y esperando algo más, le dije que en cualquiera estaba bien, pero la suya era la más confortante. Ella me respondió que su padre no lo permitiría así que mejor durmiera abajo en el sofá, y que no me preocupara que algún día sus padres tuvieran que salir de la casa por algunos días.

Al día siguiente la llamada de mi madre me despertó de un placido sueño, ella histérica me decía que como era posible que durmiera allá, por supuesto que sabia lo que sentía por ella y mi madre nunca fue una mujer tonta. Me fui a mi casa fingiendo tener el rabo entre las patas, pero sabía que en el fondo mi madre estaba feliz de los "logros de su hijo".

Esa tarde mi amada me llamó para decirme que ese fin de semana sus padres saldrían a visitar a sus únicos familiares enfermos, y que no la llevarían porque la enfermedad era más grave en los jóvenes que en los viejos, por lo que no querían arriesgarse.

 

"Perfecto" me dije... y le dije que por supuesto que iría a cuidarla.

Ese fin de semana prepare todo mi equipo y le pedí el carro a mi hermano para ir a gusto hasta la casa de ella. Y así fue. Al llegar allá era ya entrada la noche debido al tráfico por lo que ella ya estaba cenando.

Al llegar me miro con una cara que jamás había visto... era como de un color intenso, pero no era normal. "Que importa... lo que me espera vale la pena" me dije. Ella me dijo que iría a buscar unas cosas en la alacena que quedaba en el sótano de su casa y que luego tendríamos tiempo para nosotros.

Las ganas me mataban pero noté que ya se tardaba mucho así que fui a buscarla. El sótano estaba oscuro y tenebroso, pero lo que mas me impactó fue un olor conocido, muy penetrante, pero seguí bajando las chirriantes escaleras buscando alguna luz o algo...

 

Tropecé con algo y de inmediato sentí el sabor de la sangre... eso basto para crisparme los nervios... no porque fuera sangre, sino porque provino de algo lo suficientemente grande como para sangrar a la altura de mi cara. Rápido recordé que había traído mi encendedor... hacía meses que no fumaba, pero encender el cigarrillo de las damas siempre causaba una buena impresión. Lo encendí y me quede en blanco... el padre de mi amada colgaba de un gancho de carnicero, con las entrañas abiertas pero todavía con suficiente vida para decirme:

 

"¡Corre!"

 

De inmediato sentí una mano familiar en mi hombro... era mi novia... con unos ojos rojizos brillantes y mucha sangre por toda la cara y las manos... Me dijo:

 

"Que bueno que bajaste... ¿quieres unirte a la fiesta?"

 

De inmediato me encerré en el baño del sótano desde donde escribo esto en las paredes con la sangre que hay por todo el suelo... Ella esta por entr.. Oh Mierda..

 

 

 

 

Adios

 

 

Si estás leyendo esto significará que ya no existo.

 

Hoy, día 15 de noviembre de 2012, Domingo, a las 11:47 PM, he decidido por voluntad propia y sin ninguna clase de coacción externa, poner fín a mi vida, y lo hago siendo plenamente consciente de que lo que me espera al otro lado no es sino el vacío más absoluto, la nada, la no existencia.

 

La sola idea hace que mi pulso se acelere y la sangre se me congele en el pecho. Ni siquiera en estos momentos soy capaz de levantar la mirada ante semejante visión y no estremecerme de terror, pero la idea de permancer un minuto más en este mundo es aún peor. Un mundo salvaje, egoísta y cruel, y lo que es aún peor, hipócrita, un mundo del que reniego y al que no quiero pertenecer. No, ya no.

 

Fui un iluso durante todos estos años al pensar que exitiría un papel para mi en esta pantomima, en este esperpento ridículo de sociedad, que finalmente encontraría mi lugar en el mundo, que lograría alzarme victorioso y alcanzar la meta para la que nací y para la que he estado preparandome durante toda mi miserable existencia. ¡Mierda!

 

Abrí mi corazón de par en par, dejé que cogieran todo cuanto quisieran hasta que me dejaron sin nada. He dedicado mi vida por entero a los demás sin preocuparme por mi propia felicidad, he dado todo lo que tenía y más, pero a cambio sólamente he recibido incomprensión, desprecio y la más absoluta y dolorosa ignorancia. El amor y la amistad son dos caminos vedados para mí, y mis ojos se inundan de lágrimas cada vez que pienso que me iré sin haber conocido a una sola persona con la que compartir todo lo que llevo dentro de mí ser. ¡Oh, malditos que me pisoteáis sin piedad!¡ Si pudiérais ver en mi interior!

 

Ya es demasiado tarde para la autocompasión, no puedo abandonar este mundo con mi corazón cargado de rencor y frustración. Mis últimas palabras han de ser de amor y agradecimiento, agradecimiento a mis padres que me dieron la vida y la esperanza de un mundo mejor y que desgraciadamente ya no están aquí. A ellos debo todo lo que he sido. Amor, a pesar de todo, hacia este mundo que seguirá girando impasible cuando todos hayamos desaparecido y en el que a fín de cuentas no siempre fui desgraciado.

 

He hecho todo lo que estaba en mis manos.. pero las cosas no han salido bien, soy débil y no he tenido el coraje necesario para seguir adelante, ya es tarde, las fuerzas me abandonan, la vida se me escapa. Me voy de este mundo y me voy solo.

 

Adiós.

 

 

 

eeh ni puta idea el nombre,que algun imaginativo le invente nombre xd

 

 

Acabo de despertar con una argolla aprisionando mi muñeca izquierda, en una habitación desconocida, vacía. Frente a mi hay una ventana, a mi derecha una puerta. No sé cómo he llegado hasta aquí. Sin tiempo para reflexionar, un chillido atraviesa mis oídos. Viene desde fuera. Me levanto del suelo y corro hacia la puerta. Una persona no para de gritar desesperadamente al otro lado. A un metro de la puerta noto como mi brazo izquierdo se tensa con violencia y soy devuelto al suelo por el efecto de la cadena que me mantiene preso en aquella habitación. Los gritos continúan al otro lado de la pared, la puerta parece vibrar con cada uno de esos desgarradores berridos. Entonces tirado en el suelo, noto las crecientes vibraciones que se acercan. Sin duda son pasos, tranquilos y sosegados. Alguien se acerca con sonoras pisadas hacia los gritos. La intensidad de los gritos aumenta por segundos, me taladran la cabeza, me nublan el sentido. Me esfuerzo en percibirlo todo y los pasos son cada vez más próximos. Noto como las pisadas cruzan frente a la puerta y continúan hacia el foco de los gritos. “¿Qué está pasando?”. Los gritos se mezclan ahora con el ruido incesante de unas cadenas que repetidamente cortan el aire con un chasquido metálico. Alguien está pegando tirones de esas cadenas, sin duda. Ya no siento las pisadas pero los gritos siguen envenenando mi conciencia. Un grito aun más fuerte que el resto acompaña el sonido de las cadenas al golpear el suelo. Durante un segundo cesan los gritos, la calma reina, mi mente empieza a aclararse.

 

“¿Dónde estoy?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿Cómo voy a salir?”. Las preguntas se desvanecen, han vuelto los gritos. Se aproximan a la puerta, cada vez los oigo más cerca, mis oídos no lo soportan, tengo que taparlos. Pero antes de que mis manos lleguen a estos, percibo otro sonido. Cadenas arrastrándose, junto a los chillidos un pequeño rumor de cadenas arrastrándose por el suelo. Cuando la mezcla de sonidos que está taladrándome pasa junto a la puerta percibo que van acompañados por las pisadas de antes. Ahora lo reconozco, es una voz de chica. Es una mujer quien grita. Su garganta no durará mucho más si sigue dando esas voces. Permanezco inmóvil en el suelo, no he podido moverme en todo el tiempo, ni siquiera lo había intentado desde que caí. Se alejan, los alaridos y el resto de sonidos disminuyen a medida que se alejan de mi habitación. Los noto bajar, entonces soy consciente: estoy en una segunda planta. Miro la ventana, me levanto y dirijo hacia ella. No puedo acercarme a más de un metro y medio. “Maldita cadena”. Y tiro con fuerza, sintiendo como la argolla muerde mi muñeca como un perro salvaje. Ceso mis esfuerzos. Apenas oigo las voces. A través de la ventana alcanzo a ver un campo de tierra a los pies del lugar donde me encuentro, ocupado solo por un poste de cemento, de un metro de altura, con una argolla metálica en su parte superior. “Otro enganche para estas cadenas”. Entonces los veo aparecer. Se acercan al poste, una figura corpulenta con una chica en brazos. Veo como ella grita, pero a mí apenas me llega el desgarrador sonido que antes había torturado mis oídos. La criatura engancha las cadenas que cuelgan de las muñecas de la joven. Desde mi ventana puedo ver la cara descompuesta por los gritos y el terror atravesando cada poro de su piel. Sus ojos parecen a punto de explotar, su cuerpo tiembla y se retuerce. Entonces, mi respiración se detiene, mi cuerpo parece a punto de desfallecer: “Es mi hermana”.

 

Petrificado contemplo como la criatura se aleja, sin embargo, mi hermana grita con más fuerza, puedo percibir la tensión de cada músculo. Las venas de su cuello quieren abandonar su cuerpo. Ella tira de las cadenas una y otra vez. De sus muñecas nacen cascadas sangrientas que empiezan a colorear la tierra a su alrededor. Ella mira hacia el edifico donde yo estoy, hacia donde se ha dirigido la criatura tras dejarla allí, y sus gritos siguen aumentando, algo hace que su miedo se intensifique por segundos. Intenta huir pero las cadenas la reclaman una y otra vez. Llora desconsolada, sus gritos se han convertido en gemidos de suplica, puedo verlo en su expresión. Pero no puedo acercarme a la maldita ventana, no puedo hacerle ver que estoy aquí, ni ver qué se está acercando a ella y le infringe tanto terror. Sé por su expresión que si no escapa va a morir atada a ese poste de cemento salpicado por su propia sangre. Sigue tirando de las cadenas con desesperación.

 

No puedo soportarlo, tengo que ayudarla, empiezo a tirar con todas mis fuerzas de la cadena que me retiene preso. No cede, está bien anclada a la pared. Miro por la ventana, mi hermana intenta huir, en vano. Patalea contra el poste, se muerde las muñecas, intenta escapar de allí como sea. Tengo que ayudarla. “Mierda, esta cadena no cede”, sigo tirando de ella con todas mis fuerzas, a cada tirón mi muñeca sufre una descarga de fuerza que produce un intenso dolor que me recorre como un relámpago todo el cuerpo. Tengo que librarme y ayudarla. Su desesperación parece alcanzar límites imposibles, grita sin voz y su rostro parece haber aceptado ya su propia muerte, permanece tirada en el suelo suplicando por su vida y yo aun no logro ver ante quien. No puedo soportarlo, tomo una decisión. “Tengo que salvarla”. Así, armándome de todas mis fuerzas y concentrándome en que mi hermana va a morir, cierro los ojos y muerdo mi muñeca izquierda. Muerdo una y otra vez con todas las fuerzas que mis mandíbulas pueden aplicar. Noto como se desgarra la carne, no puedo parar o el dolor me impedirá continuar, no puedo detenerme, tengo que seguir hasta el final. Mordisco a mordisco se desgarran mis tendones, crujen los huesos, la sangre forma un charco a mis pies, me entra a borbotones en la garganta, me impregna la cara. “¡Aguanta! Voy a salvarte...”. Mantengo la imagen de mi hermana en la mente, me da fuerzas para seguir mordiendo. Un último crujido me da la victoria, soy libre. Mi mano amputada cae al suelo junto a la cadena. Empapado en sangre, noto como pierdo poco a poco el sentido, tengo que darme prisa, miro por la ventana, veo un bulto a unos pasos de mi hermana, no distingo nada, mi vista se nubla más y más. “¡Ya voy!”. Salto por la ventana sin pensarlo dos veces, atravieso el vidrio y caigo desde la segunda planta hasta la tierra. Estoy en el suelo, tengo que llegar hasta ella. Mi cuerpo no me responde, intento arrastrarme y veo como un río de sangre corre desde mi muñeca destrozada. En él veo como se va mi vida, en cada una de esas gotas de sangre también se va la vida de mi hermana. “Solo un último esfuerzo... ¡Aguanta!”. Intento alzar la voz, atraer a la criatura, pero me desvanezco, veo desde el suelo como ya ha alcanzado a mi hermana, sus gritos han vuelto a instalarse en mi cabeza. La vista se me apaga, la oscuridad se cierra en torno a mí, sus gritos me inundan y en ellos poco a poco me ahogo. No puedo moverme, no puedo ver, no puedo hablar, solo escucho, escucho como ella grita y grita, escucho mi propia sangre. Y poco a poco también dejo de escuchar. Poco a poco todo es oscuridad...

 

 

 

tambien sin nombre

 

 

No se sentía parte de algo, su mirada triste y sus ojos profundos su mente no era mas que mares en donde se ahogaba y nunca llegaba al fondo, al llorar, de entre las lágrimas brotaban su felicidad, no comía ni bebía en días, el sueño había desaparecido, ya no podía dormir.

Aquélla criatura ya no tenia alma, solo era un cuerpo vacio que deambulaba sobre la tierra, sus amigos la abandonaron y sus padres se preocupaban de su conducta pero aún así...

Noche a noche dejaba de sentir la soledad, la tristeza, la felicidad. Deseaba huir, lo escribía en todo la que fuese papel o pared, solo ese era su deseo.

Una noche el estruendo despertó la curiosidad de los vecinos y al entrar todo estaba oscuro, al subir las escaleras, en el cuarto el piso, lleno de papeles y libros despedazados, las paredes estaban llenas de palabras que no se entendían, ella estaba en su cama, su rostro miraba a la pared, en su mano un arma y en su pecho una bala, las sábanas teñidas con su sangre escondía un papel que decía: vive hoy, muere joven y tu cadáver será hermoso.

 

 

y si era su vecina por qué necesitaba el carro de su hermano y por qué tuvo que dormir ahi diciendo que vivía en un lugar peligroso?

 

algo no cuadra :B

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  • 2 weeks later...

17 objetos de los cuales soy prisionero sexto capitulo: El ojo de vidrio

 

 

 

Paso Más de un mes después de que ese niño había dicho que merecía un descanso.

 

“Oye no se si aun me recuerdas, ¡despierta ahora!”

 

-¿Qué pasa, que es lo que quieres?-

 

“Ha llegado la hora de tu sexta búsqueda, ya ha terminado tu descanso”

 

Llegó una vez más a mi mente una parte del poema

 

“Descubre las cosas terribles que vi”

 

“El próximo objeto esta en el pequeño zoológico cerca de el parque”

 

Y entonces camine hacia el zoológico pero antes de llegar me encontré con Gabrielle que me dijo:

 

“Te diriges al zoológico ¿verdad?”

 

-Asì es Gabrielle, y tu ¿que haces en este lugar?-

 

“No lo se solo cuidando las cosas, para que se queden en su lugar y no se haga el caos”

 

-Tengo que partir, necesito buscar algo- Le dije yo

 

Y después de despedirme llegué a el zoológico donde me encontré con algunos animales que parecían enfermos no había nadie en el zoológico a pesar de que era temprano.

 

Busqué y busqué pero no encontraba nada, hasta que escuche un ruido muy fuerte de la jaula de los leones era un grito muy fuerte que me hizo temblar hasta los huesos, me asuste demasiado y corrí hacia la jaula donde estaba un hombre aprisionado por los leones hambrientos, corrí hacia la puerta de la jaula la cual estaba cerrada con un enorme candado que tenía una clave de cinco dígitos, el hombre me gritó:

 

“¡¡¡VE POR AYUDA O ABRE LA PUERTA YO QUE SE!!!”

 

En el candado había unas letras en arratrasco que decían:

 

“val di traks celi sark te tanabras”

 

Que al español diría:

 

“Volando por los cielos surca el tenebroso”.

 

Voltee a mi izquierda y se encontraban 3 puertas en una de ellas estaba un ángel hermoso que tenía las alas extendidas, en la otra estaba un cráneo con dientes filosos y por ultimo estaba un demonio con unas horribles alas negras y con una expresión de odio hacia aquel que lo miraba, abrí sin dudar un momento la primera puerta al abrirla noté que se abrió la mirilla así que miré hacia adentro y había un texto que decía en español:

 

“No siempre tienes que creer lo que ves”

 

Entonces voltee y observe un león que salía de su jaula con un pedazo de mano en el hocico, entonces corrí hacia la salida pero estaba cerrado así que empecé a aventarle cosas al feroz león que venia hacia mi corriendo y hambriento.

 

No podía encontrar la forma de salir de esa prisión de la feroz bestia abalanzándose sobre mí hambrienta, el león saltó y con sus fauces abiertas me dio una mordida muy fuerte en el brazo, para mi sorpresa no sentí nada y solamente desapareció.

 

Abrí la puerta del ángel y detrás de ella se encontraba una aguja y un texto abajo que decía:

 

Para la clave obtener, un poco de ti debes ofrecer.

 

Así que tomé la aguja y me la clavé en el dedo empezando a sangrar y deposité la sangre en un pequeño agujero que había ahí.

 

Algo se movió, era como un mecanismo el cual empezó a mover ladrillo por ladrillo hasta que abrió una pequeña brecha por la cual pasé y detrás de ella había una nota en la cual estaba escrito:

 

Why you so serious?

 

Sonreí por un momento recordando viejos tiempos y después la abrí y en ella estaba escrito

 

541230

 

Así que fui a liberar al hombre pero cuando abrí la jaula los leones lo habían devorado solo observé un ojo de vidrio en el suelo así que lo recogí aprovechando que los leones dormían fui a mi casa y me quedé profundamente dormido.

 

 

Cuando desperté unos ojos flotaban frente a mí y entraron a mis ojos como si no tuviera cuencas y escuché:

 

“Ahora ves lo que yo veo”

 

 

 

 

17 objetos de los cuales soy prisionero capitulo 7: Los doce prisioneros, Reito y el clan dolstek.

 

 

Desperté mi vista estaba nublada y me sentía terrible.

 

“Que bueno que has despertado, llevaba esperando este momento desde el día en que te conocí… ¿Recuerdas el ultimo objeto, El ojo de vidrio?”

 

-Si, Claro que lo recuerdo-

 

“Pues no es cualquier objeto, es parecido al conocimiento del arratrasco, con este objeto podrás ver lo que yo veo… Una pregunta más ¿Recuerdas las cosas que te atacaron aquel día en el taller?”

 

Yo nervioso respondí afirmativamente.

 

“Está bien, pues esas cosas se llaman radklos y si los molestas… son mortales, lastima que tu los molestes solo por ser mi sirviente”

 

-¿De que hablas? ¡Yo no soy tu sirviente!-

 

“Claro que si, no puedes hacer nada si mi autorización, debo decirte que no solo esas criaturas existen, pero son casi las únicas que pueden ser vistas por un tocado”

 

-¿Tocado, de que hablas?-

 

“Un tocado es una persona que ha sido elegida para completar una búsqueda para los 12 prisioneros, los 12 prisioneros son las 12 peores almas que han podido existir, no puedo creer que habiendo tantos malhechores me hayan elegido a mi”

 

-No puedo creer lo estúpido que fui-

 

“Si, lo sé… Un momento, llegó la hora”

 

Llegó a mi mente la siguiente parte del acertijo:

 

(Descubre las terribles palabras que escuché)

 

“El séptimo objeto está en el bosque… Pero te tengo una recomendación entra y sal rápido o con armas especiales te aterrará lo que hay ahí”

 

Con muchísimo miedo me preparé para entrar a ese bosque me armé de una pistola y una navaja, entonces salí hacia el bosque sin saber lo que me esperaba.

 

Llegué al bosque y lo primero que observé fue a una pequeña criatura que se movía entre los arbustos, yo asustado corrí lo más fuerte que pude y de pronto empezó a oscurecer, era extraño porque eran las cuatro de la tarde.

 

Sentí calosfríos que me recorrían todo el cuerpo mientras veía de las sombras como se formaba una horrible criatura, la cual me dijo con tono amenazante:

 

“Déjame saber tu identidad”

 

A lo cual yo respondí:

 

-Soy enviado de uno de los doce prisioneros, déjame pasar-

 

“Nunca te dejaré pasar, ser inmundo, ¿no sabes que nos han hecho esos idiotas? Yo soy el suboficial Reito, fiel sirviente de los dolstek”

 

-Déjame pasar, te lo imploro necesito ir por el séptimo objeto-

 

“¿Séptimo?” Preguntó Reito. “Es imposible… Nadie tiene más de cinco objetos, a menos de que… ¡NO! No puede ser ¡Es imposible!”

 

Se alejó gritando palabras inimaginables en idioma arratrasco debo decir que toda la conversación fue en ese idioma.

 

El siguiente reto no se hiso esperar, después de caminar aproximadamente cinco minutos encontré un lago, en el momento que lo vi era precioso, pero todo cambió y se tornó negro y asqueroso.

 

Momentos después apareció una guadaña u oz como algunos la llaman en la cual estaba escrito:

 

“¿Sabes usarlas?”

 

El escrito desapareció de inmediato y se leyó algo diferente:

 

“Soporta al menos 2 minutos”

 

El escrito desapareció y tomé la guadaña, de inmediato comenzaron a salir criaturas de los arbustos las cuales tenían uñas más largas y filosas que cuchillos de chef, ellos se acercaron a mi con una velocidad impresionante.

 

Comencé a luchar contra ellos y de pronto uno de ellos me cortó con una de sus uñas y los veía como las personas que algún día estimé así que no quería lastimarlos.

 

“Te quieren engañar, una vez que te cortan tienes alucinaciones”

 

Seguí luchando contra ellos y pasaron los dos minutos, entonces todos se convirtieron en piedra, uno de ellos se hiso polvo, me acerqué a él y observé que había una oreja de cristal rosado parecía una joya, total me fui a casa.

 

A la mañana siguiente como ya es rutina desperté y… bueno ya saben el resto.

 

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