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Iluvitar

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Esto es realmente imposible y ridículo, pero aun sigo acá, no puede ser que sienta que el tiempo no avance, si en realidad ya han pasado días y he visto con mis propios ojos el sol ocultarse, solo ocultarse, la ventana que veo no me muestra el este. Estoy atrapado, me es imposible salir y el hambre me empieza a comer desde adentro, siento como lentamente se me salen pedazos del estomago. Si alguien lograra leer esto por favor, que venga de inmediato pero con los conocimientos necesarios y discreción casi absoluta, si no, no venga, no es bienvenido, no necesito su ayuda. Irán ¿3 días? 4? 3 creo, si 3, desde que estaba con mi hermano conversando y fumando como con ganas de dejar de respirar oxigeno en su habitación de la casa en que vivimos. Me contaba que había conseguido por fin arreglar una patente comercial y adueñarse de un local que mi padre había dejado como herencia después de su muerte accidental, aunque debo admitir que no creo mucho en esas casualidades y por eso mismo no me considero una victima de la situación que me aqueja, pero si lo que me causa mucho dolor es el hambre, demasiado, el asco lo puedo soportar, son solo sensaciones, al final te terminas acostumbrando a olores y otras cosas fuera de su lugar, pero en fin continuo: Yo le daba las merecidas felicitaciones y celebramos tomándonos unos vasos de cerveza mientras seguíamos sacándole humo al cigarro; en un momento fui al baño y note que estaba secando cogollos de marihuana colgados en el marco de la puerta que daba a mi habitación, me llamo la atención que no me haya mencionado y ni siquiera yo advertido el momento en que hizo eso, como siempre, no le di importancia y seguí mi camino. Al regresar intente entrar a su habitación pero la puerta estaba cerrada con llave y me dijo desde adentro que esperara un poco porque se estaba cambiando de ropa, enseguida percibí algo extraño, una intuición que ahora logro reconocer, algo primitivo que me avisaba de algo que no olía bien, como una uña que te rasca un pedacito del pecho justo donde esta el corazón, algo así como un cosquilleo helado que te deja un agujero y de ahí saliera un rastro de ínfimo de sangre que intenta revelar tu destino, pero quien se va a fijar en el contenido en ese momento tan apacible, si la sangre (la sensación) llama mas la atención que su verdadero origen (el mensaje o el rasquido). Me quede esperándolo afuera bebiendo y sospechando de algo que en realidad no tenía importancia alguna, pero oh! Como hubiera sido si no hubiera caído enterrado en mi calma y haber sabido leer ese mensaje tatuado que entendía mi animal enmudecido pero no mi mente. Me aburrí de esperar, baje a la cocina a prepararme un café y ya en ese momento había olvidado todo, pero cuando subí advertí que la pieza de mi hermano estaba abierta y vacía, en el baño habia nadie y en la mía tampoco, no me produjo tanta impresión porque a veces el salía y no se despedía, era algo normal entre nosotros, de pronto me sentí somnoliento y agitado, no le di importancia. Entre un paseo a mi pieza y una vuelta a la otra, decidí quedarme en la de el, por si llegaba a regresar luego ya que no me había mencionado que iba a salir, así que deduje que había ido a comprar cigarrillos, que error. Cerré la puerta y me instale en su cama frente a su escritorio abrigándome con el café y un gorro viejo que ya casi ni usaba. Estuve un buen rato mirando unos libros cuando por sorpresa escucho el sonido de algo que se movía abajo en la sala de estar, no me llamo la atención la verdad, a nadie creo que le hubiera llamado la atención si hubiera estado en mi lugar, porque lógicamente y estúpidamente pensé que era mi hermano, pero de igual manera fui a cerciorarme si era el mismo, así que baje despacio al primer piso, yo creo que con una delicadeza felina apoye mi cabeza invertida en un peldaño de la escalera, para mi sorpresa no había nada, solo ese silencio casero que es roto por un ladrido o alguna mosca extraviada. Así que volví a la habitación nuevamente con ese frío que me invadía el pecho. Lo siento tuve que dejar de escribir, sentí mas ruidos afuera como azotes en la puerta y logre bloquearla con el estante de libros, por suerte lo hice pero no sé en realidad que hubiera sido mejor, haber dejado que la puerta cediera o quedarme encerrado acá aun esperando algo, no se que salida es mas digna para abandonar este puta jaula. Volviendo a lo sucedido, después que volví a la pieza vi caer una gran rama al suelo afuera de mi casa y de la cual su sonido no fue menor; nunca supe como cayo porque al mirar afuera no vi a nadie que la pudo haber cortado o simplemente lanzado al suelo. Al rato de escuchar música, ya un poco ebrio y con el café vacío, no lograba imaginar que seria lo ultimo que bebería y/o comería, y admito que evito pensarlo aun. Termino de sonar el tocadiscos e inmediatamente escuche unos pasos que se calcaban claramente en la escalera, unos pasos muy pesados y densos que retumbaban profundamente en mí. Ceso el ruido que se posaba en el ultimo escalón y hubo un silencio casi absoluto; yo me quede escuchando con el vaso en la boca esperando que hubiera un siguiente paso. Con una voz con tono familiar grite: ¿Raúl estas ahí? y nada, silencio. De nuevo grite y escuche agitarse algo y suspirar hondamente cerca de la puerta. Me asuste, un espasmo mi hizo casi soltar el vaso pero logre calmarme, así que me pare junto a la puerta con el oído apoyado en ella y quede frío, miren, esto ya lo escribo en un estado que talvez no me este dejando pensar con claridad pero no estoy loco, para nada loco, al decirles que escuche percutir gravemente algo semejante a un corazón de gran tamaño muy cerca del pestillo me quede estático sin mover ni un pulmón siquiera, pensé que lo mejor seria esperar que “eso” que estaba allá afuera se moviera o escucharlo mas lejos para poder asomarme, talvez. Comencé a buscar un arma para poder defenderme y solo tenia una navaja que encontré entre el desorden de la pieza. Estuve al menos una hora quieto escuchando, no oía que los lentos suspiros se alejaran, podría decir que casi la olía y sentía su calida corriente tiritona. Comencé a sospechar algo extraño nuevamente, ¿como era posible que alguien estuviera ahí durante tanto tiempo sin intentar entrar donde estaba? ¿Acaso no era humano?, o talvez demasiado estupido y en ese instante un recuerdo de algo realmente siniestro regreso a mi, algo así como estar hundido hasta el cuello lleno de excremento, sentí una impotencia y desesperación que casi me hizo estallar en gritos, ¿acaso sabe porque?, ¡¿sabe porque?!, Están los cogollos colgados allá afuera!!, no puedo llamar a la policía sin que se percaten de su existencia, estaba completamente aislado con algo que realmente no podía reconocer que era y eso estaba a unos centímetros de mi! ¡Que desastre! ¡Que maldita esta angustia, por la ventana es imposible salir esta protegida con barras de metal! Me decidí a respirar lentamente un momento y pensar alguna manera de escapar de esa jaula o sacar a ese individuo o lo que sea que estuviera afuera. No seria exagerado decir que estuve revisando cada rincón de la habitación de manera de encontrar algo contundente que me sirviera para aporrearlo con rabia, estaba usando mi desesperación como aliado. Por suerte de mi ingenio decidí tomar prestada una pata del escritorio para defenderme de “eso”. Me pare frente a la puerta pero vacilé inmediatamente en salir, ¿con que me podría encontrar? Enseguida algo se escucho caer en el baño, ahora era el momento, así que abrí la puerta con morbo de cirujano, lentamente sin ninguna distracción más que mi propia atención y el palo que nerviosamente sostenía en mis manos. Primero vi la muralla, después la puerta con los cogollos y eso como en un intervalo de creo yo diez minutos aproximadamente. Cuando mi vista comenzó a atisbar el baño, empecé a sentir nuevamente una respiración grave, calida y tiritona que me entraba por el oído derecho, eso que estaba afuera ya no estaba en el baño ¡estaba al lado mío detrás de la puerta que sostenía con mi diestra sudorosa! Seria una locura describir el color que sentí en que se torno mi sangre, me quede quieto en un frío de muerte, silencio absoluto; lo seguía oyendo como una gran pluma húmeda que te cosquillea el oído. 1! 2! 3! Y azote colérico la puerta contra eso que estaba del otro lado y para mi sorpresa ni se inmuto ni movió y como una rata que asume su debilidad me encerré velozmente en mi cueva de un solo portazo, tembloroso y estupefacto frente a todo, frente a eso.

Afuera los perros no se callan. ¿Que haría? No tenia ni las minima idea que podría estar allá afuera, que me podría hacer o como me podría morder o despedazar o lo que sea, si fuera un intruso humano mi calma se mantendría mas cercana pero ni siquiera eso podía afirmar, ¿como el impacto de una puerta impulsada por desesperación, rabia y cobardía no habrían logrado mover o siquiera generar un sonido por susto o reflejo en esa cosa que estaba ahí afuera? ¡¿Y porque no entraba de una vez?! ¡¿Porque no entra?! La noche anterior sentí que comenzó a rascar la puerta lentamente y como caían pequeños pedacitos de madera y aserrín que entraban por debajo de la puerta, al parecer lo comenzó a oler porque veía entrar partículas pequeñas de puerta a mi lado de la puerta. Me decidí a comunicarme con el. Tome el mismo palo que iba a usar como una porra y golpeé temerosamente una vez la puerta, nada. La golpeé de nuevo con más fuerza y silencio. La iba a golpear por tercera vez y sentí un grito desaforado y desgarrador que retumbo del otro lado de la puerta. El silencio fue mío después de eso, un calambre en el cuello me obligo a recostarme encima de la cama para reflexionar y llorar, descargar mi furia por la ridícula y estúpida y inexplicable situación y contexto que me envolvía, QUIERO SALIR QUIERO SALIR QUIERO SALIR, COMO DEMONIOS PUEDO SALIR. Hoy ya al quinto día no hay rastro de mi hermano, nadie ha venido a visitarme, afuera no se ve vida alguna. No logro oír nada en este momento, todo esta en silencio, al parecer la “bestia” esta durmiendo y no al otro lado de la puerta. Fui a ver, no hay nada fuera, por fin me pude mojar la cara y tomar un poco de agua, había algo semejante a excremento en la tina del baño y una especie de olor a orina, típico aroma de zoológico. Volví ahora a la pieza, a buscar mi porra y la navaja, iré a revisar cuidadosamente abajo. Nada, no logro ver nada especialmente raro, excepto por algunas figuras de porcelana que les faltan las manos y la mesita central no tiene el mantel que la cubría. No puedo describir el alivio de poder ir al baño o siquiera poder salir de la pieza. Salí a mirar mas al exterior y no logre ver a nadie, ningún tipo de comunicación o persona que camine a esta hora, deben ser las 13 hrs., todo esta cerrado, así en un día de sol muy despejado. Debo admitir que me esta comenzando a asustar esto, no hay perros, ni siquiera un ave, nada. Ahora estoy en la plaza y ¡no he encontrado vida!, ni siquiera en la tierra, ni un bicho, ¡que esta pasando! Desde el sol se esta expandiendo una especie as de luz absolutamente blanco ¡y empieza a cubrir todo el cielo! ¡Avanza muy rápido! Es algo realmente indescriptible, yo estoy aquí sentado aun lejos de eso pero creo que me va a alcanzar luego, creo yo en unos 30 segundos. Es imposible esconderme, esta envolviendo todo lo que me rodea y existe, ya no me queda mucho tiempo para escribir, no se que me depara... He aparecido de nuevo, pero al parecer no como una persona sino como una hoja con letras escritas que a medida que pienso van apareciendo. Empiezo a sentir mucho cansancio, dormiré un rato, así también evitare escribir cosas que no quiero pensar, a ninguna hoja en blanco le gusta eso. Adiós.

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