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Gantzters (preludio)


xkurox

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Hola a todos. esta es la primera vez que he escrito( o empiezo a escribir) una historia. siempre me ha encantado leer y decidí intentarlo.

 

cabe destacar que la historia tiene violencia y muertes, asi que si no les gusta ese tipo de cosas, absténganse de leer. sin nada más que anexar, me despido.

disfruten la lectura.

 

Gantzters

Preludio.

 

El sonido pesado del metro hacia difícil poder escuchar las palabras de mis compañeros mientras hablábamos en el camino de vuelta a casa. Era tarde, alrededor de las 10:00 PM y estábamos cansados, habíamos tenido un día ajetreado, extenuante, y ahora solo queríamos regresar a nuestros respectivos hogares antes de que se hiciera más tarde para poder descansar.

El metro se encontraba inusualmente vacío, solo un par de personas, un par de ancianos, una pareja y un hombre de edad se hallaban en lo que restaba del vagón.

 

¡Boom!

 

Un poderoso estruendo en la parte delantera del tren hizo estremecer el vagón de un lado a otro, provocando que un par de ventanas se quebraran; el tren empezó a frenar, un horrible sonido metálico resonó por todas partes acompañado de gritos de desesperación, miedo y angustia al sentir que el tren se descarrilaba, lanzando por los aires a las personas que se encontraban en el tren, acompañadas de pedazos de cristal roto y de algunas piezas metálicas que se habían desprendido de su sitio con el fuerte impacto del tren contra la pared del túnel; entonces todo se volvió oscuro, habíamos perdido el conocimiento…

 

Después de un par de minutos me levante tambaleante y revise mis alrededores, todo el vagón se encontraba destruido, ventanas fragmentadas y asientos desparramados eran el nuevo decorado del lugar. A pesar de haberse descarrilado, el vagón no se voltio gracias a que impacto contra la pared recobrando la estabilidad. Mis compañeros de viaje se encontraban en el suelo aun inconscientes, no aparentaban tener heridas significativas, aunque algunos de los otros pasajeros no habían tenido tanta suerte. La pareja de ancianos había fallecido al quebrarse algunas de las ventanas y los fragmentos de cristal terminaron incrustándose en sus cuerpos, el hombre, de unos 75 años, tenía dos heridas significativas, una en el pecho, un prominente pedazo de vidrio estaba incrustado en el, en la zona del pulmón derecho y una cantidad sorprendente del elixir de la vida brotaba de la herida, la sangre teñía todo su cuerpo y parte del suelo donde se encontraba; la otra herida estaba en su pierna izquierda, que se había desprendido a causa del corte provocado por otra parte de la ventana que se había salido volando a gran velocidad, el cual, en su trayectoria, había mutilado la extremidad del hombre. La anciana había muerto de forma menos trágica, o, al menos, instantáneamente, un pedazo pequeño de vidrio se encontraba incrustado en su ojo derecho y parte el cristal se asomaba por la parte trasera de su cabeza, la cual se encontraba empapada en sangre.

 

Gerko fue el primero en levantarse, lentamente, tambaleante, aun semiinconsciente, tenía unas cuantas heridas alrededor del cuello y el hombro derecho ligeramente dislocado.

Me miro con ojos desorbitados y señalo la puerta que se encontraba a nuestras espaldas, la cual unía el vagón delantero con aquel en el que nos encontrábamos, me voltie lentamente y pude observar horrorizado una estela de fuego que se acercaba hacia nosotros iluminando e incinerándolo todo a su paso como si se tratase de simples hojas de papel en una fogata.

 

Un pánico ardiente recorrió nuestro cuerpo, mientras un mar de lamentos se alzaba lentamente en la oscuridad q nos rodeaba.

Comprobamos el estado de los demás miembros del grupo tan rápido como pudimos ya que el tiempo en esta ocasión, no era nuestro amigo. Marko, que se encontraba al lado de Gerko, empezaba a recobrar el conocimiento y al ver nuestros rostros pálidos llenos de miedo, nos pregunto que pasaba. No respondimos su pregunta, en su lugar le dijimos que nos ayudara a despertar a los demás tan rápido como pudiera ya que, con suerte, teníamos un par de minutos antes de que el fuego nos alcanzara calcinara.

 

Tome en mis brazos a Beatriz, que aun estaba inconciente a causa del golpe que recibió en la cabeza al estrellarse contra las paredes metálicas del vagón, comprobé que no tuvieras heridas graves; por suerte sus únicas herida eran el golpe que recibió en la cabeza y un par de cortes ligeramente profundos en ambas piernas, si tan solo estuviera usando pantalones -pensé- mientras la levantaba y, a su vez, Gerko forzaba las destruidas puertas del vagón tratando de brindarnos una salida. Pero todo intento era en vano, no podían abrirse por medio de la fuerza bruta. El bajo su mirada perdiendo toda esperanza antes de decir con voz casi inaudible - No podremos abrirla, esta trabada- y se quedo allí, observando la obscuridad que se iluminaba lentamente mientras avanzaba el fuego, esperando nuestro inminente fin. Marko se acerco a una de las ventanas fragmentadas, mientras se enrollaba una bufanda en la mano derecha, golpeo reiteradas veces la ventana hasta conseguir romperla por completo recibiendo múltiples cortes en su antebrazo de los cuales empezó a desbordarse una cantidad considerable de sangre.

Debemos detener el sangrado, le dije mientras me acercaba a el llevando conmigo a Beatriz. No te preocupes, me dijo, tendremos tiempo cuando salgamos de aquí, unos minutos de dolor o nuestras vidas ¿que crees que sea mas conveniente ahora? Asentí meneando mi cabeza mientras me lanzaba al vacío a través de la salida que Marko nos había otorgado.

 

Gerko y Marko, quienes cargaban consigo a otros sobrevivientes, saltaron después. Nos encontrábamos en las vías del metro que, por suerte, no tenían corriente eléctrica de momento. Corrimos desesperadamente unos cuantos metros en dirección contraria al fuego, hasta que se nos acabo el camino, uno de los vagones se había volteado completamente bloqueando el estrecho camino. Nos volteamos para ver a nuestro verdugo acercarse victorioso entre un mar de lamentos de personas aun atrapadas en vagones, muriendo lentamente en las llamas, que se acercaban cada vez más. Los lamentos se detenían a veces, por un par de segundos, o tal vez minutos, pero después volvían a iniciarse, cada vez más cerca, más horrendos, llenos de desesperación, de angustia, recordándonos a cada instante que nuestro fin estaba cerca.

 

Maldición…-dije desesperado- esto no puede terminar así…intentemos pasar por encima del vagón, podemos…no pude terminar la frase cuando una fuerte explosión nos lanzo por los aires haciéndonos retroceder unos cuantos metros. Me levante rápidamente, a pesar de que la parte derecha de mi cara había sufrido quemaduras y un fragmento de algo se había incrustado en mi hombro izquierdo. Mire a mi derecha y pude ver a Marko que yacía recostado contra la pared con una viga metálica incrustada en su pecho, su mirada era desesperada, su voz inaudible, intento levantar una mano mientras nos miraba con ojos llenos de lagrimas y intento decirnos algo, que jamás escuchamos, pero el brillo de sus ojos se apago y su mano se desplomo hacia sus piernas y quedo allí, mirándonos sin mirarnos, carente de vida. A mi izquierda estaba Gerko, que había perdido una pierna a causa de un fragmento de vidrio ardiente que salio disparado en la explosión, mutilándolo instantáneamente, se arrastraba en dirección de Marko, llorando, dejando un camino de sangre dibujado en el suelo. Desesperado, al alcanzar el cuerpo de Marko, tomo su mano, la acaricio cariñosamente, lo miro al rostro, cerró sus ojos y se desplomo sin vida en las piernas de su hermano. Beatriz estaba a un par de metros a mi espalda con par de fragmentos de vidrio incrustados en su cuerpo y quemaduras leves, había recobrado la conciencia y se preparaba para ponerse de pie cuando una nueva llamarada broto del vagón que se encontraba a su lado, en un segundo, que para mí fue como una eternidad, corrí en dirección hacia ella, intentando alcanzarla antes que las llamas, pero fue en vano, no pude alcanzarla a tiempo, las llamas la cubrieron calcinando por completo su cuerpo al expenderse violentamente en múltiples direcciones con una nueva explosión. Salí disparado contra el vagón que estaba a mi espalda, caí postrado de rodillas contra el suelo, pedazos de metal ardiente había perforado mi brazo izquierdo y mi pierna derecha, había perdido todo deseo de seguir luchando por preservar mi vida, el dolor ya no importaba, la vida ya se había acabado con su muerte. Y, a pesar de estar enfrentándome a mi muerte, ya cercana, solo pude pensar en ella, en Beatriz, a quien amaba y a quien acababa de perder, a quien, a partir de ahora, no podría ver nunca mas.

 

¡Boom!

 

Una nueva explosión me saco de mis pensamientos solo para observar como una majestuosa nube de fuego ardiente abrazaba mi cuerpo y me despojándome de mi último aliento…

 

continuara...

 

espero que les haya gustado y puedan ayudarme con alguna critica constructiva. no esta demas decir que planeo continuar la historia y, si les gusta, espero lean los demas capitulos.

 

saludos.

 

Edited by xkurox
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